Friday, July 31, 2020

Minimizar el consumo de noticias durante la pandemia. Noaj Gruen en AishLatino.com

Minimizar el consumo de noticias durante la pandemia

13
SHARES
Minimizar el consumo de noticias durante la pandemia
La forma más rápida de volverte loco es prestar atención a todas las cosas de la vida que no puedes controlar.

Hace muchos años, decidí no seguir la cobertura política en los medios. No noticias, no radio. Sólo me enteraba de lo que escuchaba de mi esposa y mis amigos. Lo reconozco, soy un miembro singularmente desinformado de nuestra sociedad, ¡y me encanta serlo!
Y a pesar de que algunos pueden considerar que esto es irresponsable, yo creo que mientras más información recibimos de los medios de comunicación, eso produce más daños que beneficios. Los expertos ocultan los titulares positivos e incrementan sus ventas resaltando lo negativo, haciendo que las cosas se vean de la peor forma posible.
Las conversaciones informales sobre política a menudo son igualmente malas. Cuando escucho que mis amigos o mi familia comienzan a hablar de política, su comportamiento cambia drásticamente. Cuando aparece la política, la conversación placentera que teníamos sobre un tema neutro se transforma en algo polémico.
En un nivel práctico, las noticias que consumimos por lo general no cambian la forma en que votamos, y la emoción de la indignación justa ante la maldad de nuestros oponentes políticos tiene un costo demasiado alto. Sentirme enojado, pesimista o asustado nunca me hará un mejor marido para mi esposa ni un mejor padre para mi hijo. Como dice la expresión en idish, necesitamos esas emociones tanto como necesitamos "ah loj in kop", un agujero en la cabeza.
Cuando comenzó el COVID-19, rápidamente entendí que siendo una persona sensible a las malas noticias, necesitaba aplicar las mismas reglas a toda una serie de informaciones que me deprimían. Quería mantenerme cuerdo, positivo y productivo a través de la crisis, y para lograrlo elegí protegerme a mí mismo prácticamente de todas las noticias. Mi esposa y mis amigos me dicen lo que necesito saber, cuando necesito saberlo.
Lamentablemente, debemos tomar conciencia de parte de la negatividad que nos rodea. La ansiedad de no saber qué va a pasar respecto al COVID-19 o por los disturbios sociales, puede ser peor que saberlo. Es importante saber si hay una manifestación en tu barrio o si el gobernador anuncia de pronto que tu comercio debe cerrarse.
Pero sabemos demasiado acerca del COVID-19, revisamos las noticias demasiado a menudo, y lo que consumimos por lo general es dañino para nuestro bienestar.
La Dra. Jaqueline Bullis, una psicóloga clínica del Centro de Excelencia en Depresión y Trastornos de Ansiedad del Hospital McLean en Belmont, Massachusetts, explica la motivación a ser un "adicto de noticias sobre el COVID". Ella asegura que cuando la "incertidumbre es alta, eso lleva a nuestros cerebros a buscar tanta información como sea posible para sentirse en control".
Sin embargo, "a largo plazo, este comportamiento incrementa nuestra angustia alimentando la creencia de que si tenemos suficiente información, podremos controlar lo que ocurre. Mientras más buscamos una certeza sobre lo que ocurrirá en el futuro, más ansiosos nos sentiremos. Es imposible estar 100% seguros de lo que nos depara el futuro con respecto al COVID-19".
Bullis recomienda aceptar la información útil, tal como aprender las formas de protegernos, y evitar las noticias que no ayudan y que provocan ansiedad. En verdad, no nos beneficiamos en lo absoluto de seguir exactamente cuántos nuevos casos hay en nuestra ciudad cada día.
Como remarcó sabiamente el Dr. David Lieberman, autor de muchos bestsellers y psicólogo, "la forma más rápida de volverte loco es enfocarte en todo lo que no puedes controlar en tu vida".
Gracias a Dios, yo fui capaz de mantener controlado el estrés de la situación estableciendo para mí mismo días sumamente estructurados y positivos. Lleno mis días con proyectos de escritura y tutoría tres veces al día. Trato de hacer ejercicios por lo menos una vez, y a menudo dos veces al día, y me divierto haciendo tonterías para hacer sonreír a mi bebé de 4 meses.
Estos tiempos ya son bastante estresante de por sí. En vez de consumir las constantes noticias negativas, podemos enfocarnos en las cosas grandiosas que podemos hacer: invertir en nuestras relaciones, comenzar un nuevo proyecto o hobby, aprovechar más el tiempo para estudiar y rezar.
Mi retirada "drástica" de las noticias durante el COVID-19 creó oportunidades inesperadas. Nunca me hubiera imaginado que durante este difícil periodo iba a comenzar a estudiar Torá con mis padres cada día, comencé a escribir una serie de ensayos sobre los 13 Principios de Fe, y desarrollé una conexión personal con los estudiantes a quienes doy tutoría.
Que Dios nos de la fuerza de enfocarnos en Su información Divina, el único "medio de comunicación" que nos eleva, nos ilumina y nos enriquece.
 

Tuesday, July 28, 2020

Gobierno chino obliga a cristianos a cambiar fotos de Jesus por Mao Tse Tung - ACI Prensa

27 de julio de 2020 9:14 pm

Gobierno chino obliga a cristianos a cambiar fotos del Señor Jesús por Mao Tse-Tung

Redacción ACI Prensa




Jesucristo - Mao Tse-Tung
Jesucristo - Mao Tse-Tung

Las autoridades gubernamentales en Shanxi (China), están ordenando a las personas que reciben asistencia del Gobierno que reemplacen los símbolos religiosos en sus hogares, incluidas las fotos de Jesús, con fotografías de Mao Tse-Tung y del presidente Xi Jinping; bajo la amenaza de retirarles la asistencia.
La revista de libertad religiosa Bitter Winter informó la semana pasada que en abril se dijo a los funcionarios de la ciudad de Linfen, en provincia de Shanxi, que inspeccionen y eliminen los símbolos religiosos de los hogares de quienes recibían "pagos de asistencia social", y que los reemplazaran por líderes comunistas. Los que se quejaron tendrían sus pagos "anulados".
La política también se aplica a los miembros de las iglesias administradas por el Estado. Un miembro de Three-Self Church, que es la denominación protestante oficial del Partido Comunista chino, le dijo a Bitter Winter que las imágenes de Jesús y un calendario religioso fueron retirados de su casa y reemplazados por imágenes de Mao.
Como gran parte del mundo, la economía china se ha visto muy afectada por la actual pandemia de coronavirus, lo que significa que cada vez más personas dependen de los pagos del Gobierno para mantenerse económicamente a flote. Al mismo tiempo, el régimen ha renovado su represión contra los lugares de culto.
"Los hogares religiosos empobrecidos no pueden recibir dinero del Estado a cambio de nada; deben obedecer al Partido Comunista por el dinero que reciben", dijo el miembro de Three-Self a Bitter Winter.
El predicador de una iglesia en casa, que generalmente es ilegal pero tolerada en gran parte de China, dijo que su cruz y sus fotos de Jesús fueron retiradas en mayo y reemplazadas por una foto del presidente Mao.
"A todos los hogares pobres de la ciudad se les dijo que mostraran imágenes de Mao Tse-Tung", dijo el predicador a Bitter Winter. "El Gobierno está tratando de eliminar nuestra creencia y quiere llegar a ser Dios en lugar de Jesús".
Además de Shanxi, los cristianos en otras provincias han informado de un trato similar por parte de los funcionarios del Gobierno.
En Jiangxi, que ha visto múltiples denuncias de persecución cristiana en el último año, un cristiano informó que su pago por discapacidad fue revocado debido a su asistencia a la iglesia.
Su esposa informó a Bitter Winter que le dijeron que serían "tratados como elementos contrarios al Partido" si no dejaban de ir a la iglesia.
Una miembro de Three-Self Church, de unos 80 años y que vive en la provincia de Jiangxi, informó que perdió su ayuda del Gobierno después de decir "gracias a Dios" al recibir un pago de subsidio.
"Ellos esperaban que elogiara la bondad del Partido Comunista", relató.
En abril, otra anciana de la provincia de Henan informó que su subsidio mínimo vital fue cancelado cuando las autoridades descubrieron una cruz en la puerta de su casa. La mujer, que es diabética y necesita inyecciones frecuentes, perdió toda la ayuda del régimen debido a sus creencias religiosas.
En la provincia de Shandong, los funcionarios allanaron la casa de un cristiano y publicaron imágenes de Mao y Xi Jinping. El hombre le dijo a Bitter Winter que Mao y Xi Jinping eran los "dioses más grandes".
"Si quieres adorar a alguien, son ellos", dijo el funcionario al hombre en Shandong.
Desde 2015, el Gobierno comunista ha impulsado un programa de "sinicización" de la religión. Continúan surgiendo informes periódicos sobre la demolición de iglesias, hostigamiento y arrestos de sacerdotes y obispos, y la estricta censura impuesta a la enseñanza religiosa.
En algunas áreas, se forzó a las iglesias a eliminar los Diez Mandamientos y reemplazarlos con los dichos del presidente Xi Xinping.
En Xinjiang, se estima que entre 900 mil y 1.8 millones de uigures, mayoritariamente musulmanes, están confinados en más de 1.300 campos de detención chinos, aparentemente con fines de "reeducación". Los sobrevivientes han denunciado adoctrinamiento, palizas, trabajos forzados, abortos forzados y esterilizaciones, y torturas en los campos.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.

Friday, July 24, 2020

Las herramientas necesarias para sobrellevar estos tiempos difíciles. Slovie Jungreis-Wolff

Las herramientas necesarias para sobrellevar estos tiempos difíciles

6
SHARES
Las herramientas necesarias para sobrellevar estos tiempos difíciles
Tres herramientas para mantener tu fuerza interior cuando sientes que tu vida está bajo ataque.

El cielo sigue teniendo el mismo color azul brillante y el sol sigue brillando, pero nuestro mundo ha cambiado.
Nunca recibí tantos e-mails repletos de temor, tristeza y soledad. ¿Qué pasará con las escuelas, el trabajo, la economía, las relaciones que tambalean y la salud de nuestros seres queridos? Aunque todo el mundo está unido en esta pandemia, la gente está increíblemente separada. Duele ver la animosidad. Duele escuchar una vez más la retórica antisemita y que se la ignore, incluso que se la justifique.
Cuando sentimos que nos golpean desde todas las direcciones, debemos encontrar las herramientas para atravesar el desafío con fuerza. La resiliencia nos ayuda a seguir adelante sin perdernos a nosotros mismos en el proceso. Las personas que mantienen el coraje y el valor, pueden enfrentar mejor las olas de incertidumbre. Cuando construimos nuestra fuerza interior descubrimos la clave para la calma y la fortaleza. Podemos adaptarnos y seguir adelante, recuperarnos de las experiencias difíciles y navegar las crisis. La clave son nuestras herramientas de resiliencia.
Las habilidades necesarias para superar la adversidad pueden aprenderse. La resiliencia no es algo con lo que se nace. No todos tienen la fortuna de aprender de sus padres a ser "valientes".
Aquí hay tres herramientas para poder sobrellevar los tiempos difíciles que enfrentamos.

1. Nutre tu cuerpo

La Torá nos ordena cuidar nuestro cuerpo porque es la casa del alma. Cuando estamos estresados tendemos a ignorar los hábitos saludables. Nos descuidamos. Comemos alimentos no sanos. Dejamos de hacer ejercicio. Nos acostamos tarde. Descuidamos nuestra rutina. Podemos caer en comportamientos no sanos, incluso en adicciones.
El primer paso es darles buen combustible a nuestros cuerpos para poder pensar mejor. Hay una fuerte conexión entre nuestra salud y nuestra resiliencia.
*No le restes importancia al sueño. El sueño mejora la inmunidad. Cuando nos falta una buena noche de sueño, estamos de mal humor y no tomamos buenas decisiones.
*Comienza una buena rutina de ejercicios. El ejercicio produce las endorfinas que ayudan a sentirse bien y mejoran nuestro estado de ánimo. Elige una actividad que disfrutes y conviértela en parte de tu día. Comienza a moverte.
*Cuando le damos a nuestro cuerpo alimentos no sanos, nos volvemos letárgicos. Un cerebro hambriento no puede pensar con claridad. Elige con inteligencia tus alimentos. Para superar los días difíciles nuestro cuerpo necesita combustible de primera calidad.
Sé amable contigo mismo.

2. Piensa positivo

Tendemos a focalizarnos en las malas experiencias y dejamos pasar de largo las cosas buenas. Nuestro cerebro se llena de pensamientos atemorizantes, preocupaciones y "qué pasará si…".
Las personas más resilientes no se quedan encerradas en lo negativo. Ellas reemplazan el pesimismo con verdadero optimismo. Esto implica aceptar lo que no podemos cambiar y luego desafiarnos a pensar: "¿Sobre qué puedo tener control y cambiarlo? ¿Qué nueva habilidad puedo aprender ahora? ¿Qué puedo hacer ahora que siempre quise hacer pero nunca tenía tiempo? ¿Cómo puedo redefinir mi matrimonio/mi rol de padre/mis relaciones de una forma positiva? ¿En qué puedo elegir focalizarme que en este momento esté bien?
Podemos adquirir esta habilidad al trabajar sobre la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. Mantente alejado de los momentos de culpa. Evita caer en quejas, culpas y sentimientos de derrota. No te pases el día juzgando a las personas que te rodean y colocándoles en tu cabeza rótulos tales como egoístas, desagradables o mimados. Todos tienen alguna cualidad positiva. Desafíate a ver lo bueno en vez de ver lo que te frustra.
Levantar los brazos en frustración y vivir como una víctima es el camino que ofrece menos resistencia. ¿Pero qué se gana?
Las personas resilientes encuentran una forma de transformar el dolor en alguna clase de ganancia. Esto no significa que estamos felices con la situación, sino que encontramos una forma de dirigir el momento y no sentirnos abrumados con lo que estamos pasando.
En su libro El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl describe el momento clave en Auschwitz cuando desarrolló su terapia del sentido. Un día él estaba preocupado pensando si debía canjear su último cigarrillo por un plato de sopa y preguntándose cómo iba a trabajar con un nuevo capataz vicioso y cruel. De repente se sintió disgustado por la falta de sentido de su vida. Comprendió que si sobrevivía de esa oscuridad devastadora necesitaría redescubrir el propósito de su existencia. Frankl comenzó a imaginarse a sí mismo dando conferencias después de la guerra, describiendo lo que había experimentado. Creó para sí mismo objetivos reales, aunque no estaba seguro de que lograría sobrevivir. En ese momento fue capaz de elevarse por encima de su sufrimiento. Él escribió: "Nunca debemos olvidar que también podemos encontrarle sentido a la vida cunado enfrentamos una situación desesperada, cuando enfrentamos una realidad que no puede cambiarse".
Mirar hacia el futuro. El Rey Salomón escribió: "gam zé iaavor – también esto va a pasar". Nada dura eternamente. Con ayuda de Dios, llegará el día en el cual esta situación difícil terminará. Anticipa los buenos días que retornarán. Crea objetivos. Observa los desafíos como oportunidades. Busca significado a tus días.

3. Redescubre tu núcleo interno

Estamos aquí para construir un legado. Más allá de estos días hay una huella espiritual que dejaremos para siempre en este mundo. Necesitamos contemplarlo. ¿Por qué estoy aquí? ¿De qué forma este mundo será mejor porque yo existí? ¿Hoy llegué al corazón de alguien?
Las herramientas comunes de las personas resilientes son las creencias espirituales, la conexión con Dios, la gratitud por las cosas buenas de nuestra vida, los actos de bondad y la calidad de nuestras relaciones. Piensa en esto como anillos interconectados, todos girando alrededor del centro del círculo que es tu núcleo interno.
Tus creencias espirituales te darán fuerza. Tu conexión con Dios te fortalecerá. La gratitud te mantendrá con los pies sobre la tierra. Dar a los demás te dará significado. Los amigos correctos y las buenas relaciones te nutrirán. Llegarás a descubrir tu núcleo interno.
Tenemos la capacidad de sobrepasar esto. Podemos impulsarnos hacia adelante con fuerza. Cada herramienta que tenemos marca una gran diferencia.

6
SHARES

Friday, July 17, 2020

Aquí hay alguien mayor que el Templo - Epistola llamada de Bernabé (c. 130)

Bulle
Epístola llamada de Bernabé (c. 130)
(vers 130) § 15-16 (Padres Apostólicos. BAC)

“Aquí hay alguien mayor que el Templo”
Pasando a otro punto, también acerca del sábado, les dice: “Vuestros novilunios y vuestros sábados no los aguanto”. (Is 1,13). Mirad cómo dice: No me son aceptos vuestros sábados de ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo. Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos.
Quiero también hablaros acerca del templo, cómo extraviados los miserables confiaron en el edificio y no en su Dios que los creo,... Examinemos si existe un templo de Dios: Existe, ciertamente, allí donde Él mismo dice que lo ha de hacer y perfeccionar. Está, efectivamente, escrito: Y será, cumplida la semana, que se edificará el templo de Dios gloriosamente en el nombre del Señor.
Constato, pues, que existe un templo. ¿Cómo se edificará en el nombre del Señor? Aprendedlo. Antes de creer nosotros en Dios, la morada de nuestro corazón era corruptible y flaca, como templo verdaderamente edificado a mano, pues estaba llena de idolatría y era casa de demonios, porque no hacíamos sino cuanto era contrario a Dios. Mas se edificará en el nombre del Señor. Atended a que el templo del Señor se edifique gloriosamente. ¿De qué manera? Aprendedlo. Después de recibido el perdón de los pecados, y por nuestra esperanza en el Nombre, fuimos hechos nuevos, creados otra vez desde el principio. Por lo cual, Dios habita verdaderamente en nosotros, en la morada de nuestro corazón.

Saturday, July 11, 2020

Comentario al Santo Evangelio del domingo, 12 de julio de 2020 - Enrique Martínez, cmf

Comentario al Evangelio del 

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf

UNA TIERRA QUE «ESCUCHE»



      Después de contar esta parábola, Jesús concluye así: «el que tenga oídos, que oiga». Cuando pasa a explicar a los discípulos su narración, le dice: «oíd lo que significa». Y por fin, al concluir el relato: «lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra».
     Esto significa que la clave para comprender el mensaje de Jesús tiene que ver con el oído, con la escucha de su palabra, de la PALABRA del Reino. Él está preocupado porque el corazón de su pueblo está «embotado», son «duros de oído». Y por eso proclama una nueva bienaventuranza: «Bienaventurados vuestros oídos porque oyen».
Evidentemente que Jesús no se refiere a la «capacidad auditiva» de captar unas palabras y enterarse, informarse de su contenido. Sino a permitir que esas palabras sean comprendidas (cabeza), afecten al corazón (a la propia vida: sentimientos, valores, opciones...) y a las manos: hacer, transformar, dar frutos.
     Los judíos oraban (y oran) varias veces al día un texto básico del libro del Deuteronomio que comienza así: «Escucha Israel (Shemá)... y estas palabras que te mando hoy estarán sobre tu corazón; y les enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellos cuando te sientes en tu casa, y cuando camines por el camino, y cuando te acuestes, y cuando te levantes. Y los atarás como una señal en tu mano, y serán como frontales entre tus ojos. Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas» (Dt 6, 4-5).
    No podemos pasar por alto el contexto, el momento concreto en que Jesús cuenta esta parábola. Las cosas no le están yendo tan bien como cabría esperar: ha sido expulsado de su pueblo de Nazareth, en Cafarnaúm le han tachado de loco, los fariseos ya empiezan a moverse para quitarlo de en medio, y bastantes discípulos se van retirando. ¿Cómo es posible esto si, según el profeta Isaías, «así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que cumplirá mi deseo y llevará a cabo mi encargo». Los discípulos han podido escuchar otra parábola de Jesús que habla de que la simiente crece sola, por la fuerza que tiene en sí misma (Mc 4, 26-28). Pero la realidad de cómo está siendo acogida la palabra de Dios, y a Jesús mismo que es la Palabra parece indicar otra cosa, parece apuntar al fracaso de la misión. Por eso Jesús intenta dar ánimo a sus discípulos, y explicar por qué la semilla queda infecunda, por qué no hay «resultados».
No es difícil, por tanto, que esta parábola y su contexto tengan mucho significado para nosotros hoy. El pasado septiembre el Papa Francisco marcaba en el calendario litúrgico un «Domingo de la Palabra de Dios». El Concilio Vaticano II quiso «recuperar» la Escritura como parte esencial de la celebración eucarística, como elemento indispensable en el discernimiento de la voluntad de Dios, como centro de la oración cristiana, como libro que convenía estudiar con criterios científicos para comprenderlo mejor, dándole un lugar insustituible en la oración eclesial (personal y comunitaria). Casi podríamos decir que es un «sacramento», porque Dios/Jesús se hacen presentes cuando es proclamada, buscando el diálogo con los creyentes. Así lo aclamamos al final de cada lectura en nuestras Eucaristías: «Palabra de Dios», Dios nos ha hablado, gracias Señor por expresarnos tu voluntad.
     Sin embargo nos queda muchísimo camino por recorrer, muchos esfuerzos que hacer para que estos objetivos se vayan cumpliendo. 
     La experiencia nos dice que bastantes hermanos llegan a las celebraciones en medio de la Liturgia de la Palabra, y mientras se centran y prestan atención... se les ha escapado esa Palabra. O la han escuchado, pero no se les ha quedado casi nada. O no la entienden en su mayor parte (no es un libro fácil, la verdad). La Liturgia de la Palabra parece como una especie de «introducción» a la parte «importante» de la Misa. Pocos son los que se toman el trabajo de repasarla antes o después en casa, o tenerla en cuenta a lo largo de la semana. A menudo quienes salen a leerla no se la han preparado adecuadamente para leerlas con un mínimo de corrección: cualquier espontáneo, vale. Y, también hay que decirlo, las homilías no siempre se preparan estudiando y orando el texto (¡con la inmensa cantidad de buenos subsidios que se pueden encontrar!, y no me refiero a homilías ya redactadas por otros) y no ayudan lo que debieran a comprender y aterrizar esa Palabra.
Es verdad que se ha reducido enormemente nuestra capacidad de escucha: tanta verborrea, tanto estímulos visuales y auditivos, tantos mensajes, tanta indigerible información... nos embotan. Y nuestras agendas superocupadas apenas tienen sitio para una reflexión serena sobre la propia vida, los acontecimientos...
Pero mejor nos fijamos en las disposiciones del terreno que recibe la semilla, tal como las describe Jesús, para entender por qué la poderosa Palabra de Dios... puede quedar estéril: 
•  Existe el corazón duro. El terreno, a base de pisarlo y pisotearlo, se va endureciendo, y no hay manera de que pueda recibir la semilla y el agua que la haría germinar. Y esto ocurre cuando el ambiente social, otros valores, otros intereses, otras voces... van machacando y anulando una tierra que habría podido producir algo. Pero queda «uniformada», la semilla rebota, no nos dice nada, no la entendemos, no va con nosotros, acaba al borde del camino, fuera de nuestra vida. Y la semilla «nos la roban» sin que nos demos por enterados. No hay pretensión en este terreno de discernir, de cuestionarse, de buscar, de cambiar... Es la pasividad y la indiferencia ante la semilla. No me interesa.
• Está también el corazón inconstante, De primeras se ilusiona, tiene sinceras ganas de cambiar, de mejorar, de tomarse las cosas en serio... Pero si no dispone de «medios», herramientas concretas que mantengan esa ilusión... al poco tiempo estamos como antes. Después de estos confinamientos que nos han venido encima, hay quienes se han replanteado muchas cosas de su vida, quieren vivir de otra manera. Pero si no concretan y escalonan unos objetivos, si no miden sus fuerzas, si no buscan algún tipo de acompañamiento espiritual y algunos apoyos necesarios... esa sincera ilusión acaba en desánimo, y vuelven tristes a lo de siempre.
•  También hay corazones llenos de abrojos, de hierbajos, de malas hierbas, terrenos superficiales que se dejan enredar más de la cuenta por asuntos cotidianos, por valores y estilos de vida incompatibles con el Evangelio de Jesús, que ahogan el trigo bueno. Jesús subraya expresamente la seducción de las riquezas. Pero también ciertas ideologías políticas, filosóficas, e incluso teológicas... filtran tanto la semilla, la condicionan tanto... que es imposible que eche raíces y produzca nada. Y esos estilos de vida acelerados, superocupados, atolondorados....
•  Por último, el corazón bueno capaz de producir ciento, sesenta o treinta por uno. Es el terreno que hace un sano ejercicio de «ecología auditiva» para no dejarse atontar con tantos ruidos. Que presta atención a la Palabra que Dios le dirige personal y comunitariamente, que está en disposición de ir cambiando lo necesario, que busca espacios de silencio, que hace con frecuencia su examen de conciencia descubriendo retos, procurando hacer crecer sus talentos, que «abona» su vida de fe y se arrima a otros que también intentan crecer, construyendo el Reino con ellos. Puede que no sean muchos, pero no tienen que desanimarse por ello: el Reino no es cuestión de números, de multitudes, de grandes medios... sino de que cada cual produzca lo que pueda: cien... o treinta. Lo que pueda. El sembrador, por su parte, no deja cada día de depositar en nosotros nuevas semillas... y tarde o temprano brotan.
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf . Imagen de José María Morillo

Monday, July 6, 2020

El hombre propone y Dios dispone - por Emuna Braverman - 6-7-2020

El hombre propone y Dios dispone

5
SHARES
El hombre propone y Dios dispone
Todo lo que ocurre sigue el plan de Dios, no el mío.

En idish dicen: “Mann trajt un Gott lajt”, 'el hombre planea y Dios se ríe'. Bueno, no sé si Él realmente se está riendo en este momento, pero sin duda está haciendo algo; quizás demostrándonos que en verdad Él es Quien lleva el timón.
Después de tres meses en los que literalmente no fuimos a ningún lado, estábamos empezando a animarnos a salir. Incluso comenzamos a imaginar un viaje para ver a los hijos y nietos que tanto extrañamos durante todo este tiempo. Todavía puede llegar a ocurrir (y rezo para eso), pero con los números de COVID-19 nuevamente en aumento, se está haciendo cada vez más difícil.
También recordé algo que sé que es cierto pero que a veces olvido: todo lo que ocurre es de acuerdo al plan de Dios, no al mío. Ya sea que se trate del matrimonio y de los hijos, de sus matrimonios y de sus hijos, el trabajo, y ahora el fin de esta pandemia y la reapertura del mundo, todo va a ocurrir cuando Dios decrete que así sea, y no un instante antes ni un instante después.
Los niños pequeños no ven la hora de ser mayores, pero eso no acelera el proceso de crecimiento, ¡gracias a Dios! Todos sabemos que hay una razón por la cual la olla proverbial que es observada nunca hierve. Eso nos recuerda la misma lección. Y parece que tenemos que repasarla una y otra vez. Podemos arremeter contra ella, podemos gritar en frustración. Podemos “tener rabia, rabia contra la luz moribunda”, como exclamó el poeta Dylan Thomas, pero nada de eso cambiará la realidad. Nada de eso hará alguna diferencia en los hechos, pero sí puede llegar a tener un efecto adverso sobre nuestro carácter.
Es muy tentador pensar que debe haber algo que podamos hacer. Es tentador creer en la "inminencia de una vacuna". Pero hay una importante distinción entre el deseo y la esperanza y lo que nos gustaría ver que ocurra. Por supuesto, que haya una vacuna sería muy agradable. ¿Qué digo? ¡Sería maravilloso! Pero también eso ocurrirá (o no, que Dios no lo permita) de acuerdo con el cronograma de Dios, sin importar cuántos científicos trabajen en eso ni cuánto dinero se invierta en ello.
Definitivamente yo creo que todos los grandes desastres “naturales” y todas las nuevas enfermedades vienen a reforzar una lección importante: nosotros no estamos a cargo. O dicho más sucintamente: Dios dirige el mundo. Quizás lo olvidamos por un minuto. Tal vez nos dejamos llevar por la fuerza de nuestra propia inteligencia. Quizás comenzamos a creer en nuestros propios actos. Tal vez olvidamos dar crédito a quien lo merece. No sé. Sólo sé que necesitamos reconocer a Dios como el 'Gran Planificador', el Único que está a cargo y dirige este espectáculo.
Entre mis libros favoritos del Dr. Seuss se encuentran Si yo dirigiera el Zoológico y Si yo dirigiera el circo. Estos libros no sólo le dieron rienda suelta a su imaginación para crear animales nuevos y extraños con los correspondientes nombres graciosos, sino que también nos permitieron a todos imaginarnos estar a cargo, pensar cómo las cosas serían diferentes, considerar otras opciones, incluso realidades alternativas.
Todos tendemos a pensar que si nosotros dirigiéramos el mundo, lo haríamos de otra forma. Es decir: mejor. No sé si habitaríamos con la clase de criaturas que eligió Dr. Seuss, pero estoy segura de que todos imaginamos una realidad más bondadosa, más amable; todos tenemos una fantasía.
Uno de los desafíos de las situaciones como la que vivimos actualmente, no es sólo reconocer nuestra falta de control, sino entender que esta situación particular de hecho es lo mejor para nosotros; que la forma en que Dios dirige el mundo es la mejor forma de hacerlo.
A veces (demasiado a menudo) lo olvidamos. Así que a veces Dios tiene que recordárnoslo. En verdad en este momento es imposible planear algo. Simplemente tenemos que ceder ante la realidad del momento, relajarnos en los brazos de Dios y disfrutar de Su abrazo.
Todavía tengo la esperanza de poder ir a visitar muy pronto a mis hijos, pero sé que eso también ocurrirá sólo cuando Dios así lo permita, cuando sea bueno para mí, para mi familia y para el mundo. No un minuto antes y no un minuto después. Así que lo mejor es que me calme, me relaje y deje que las cosas sigan su curso…
 

5
SHARES