Redescubriendo La Historia
De La Navidad: ¿dónde Y Cuándo?
By Julia
Blum - diciembre 21, 2017
Como
Navidad se está acercando, me gustaría decir algunas palabras referentes a esta
maravillosa época del año. Sí, todos sabemos que los orígenes de la Navidad no
se remontan ni a las enseñanzas ni a las prácticas de los primeros creyentes, y
sí, también sabemos que la Navidad no se celebraba hasta unos 300 años después
de la muerte de Cristo. No creo que muchas personas crean hoy en día que Jesús
nació un 25 de diciembre, entonces, ¿qué celebramos el día de Navidad?
¿CUÁNDO?
Antes de
responder a esta pregunta, intentemos de redescubrir la historia de la Navidad.
En Lucas 2, un ángel se le apareció a unos pastores en el campo y les dijo: “He
aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”.
¿Cuándo sucedió? ¿Cuándo fue declarado este gran gozo?
Cualquiera
que haya estado en Israel a finales de diciembre, definitivamente estará de
acuerdo en que el 25 de diciembre no podría ser la fecha para el nacimiento de
Cristo. Sabemos que los pastores estaban en el campo vigilando su rebaños en el
momento del nacimiento de Jesús. Esto no podría ser en diciembre, ya que en
diciembre, en Judea, hace mucho frío y es muy húmedo, por lo que el clima no
permitiría que los pastores permanecieran en el campo por la noche. Finales de
diciembre se encuentra en medio de la temporada lluviosa en Israel, que va
desde Sukkot hasta Pascua. Pero incluso si ese diciembre en particular, no
estuviera lluvioso, las noches en diciembre son siempre muy frías, aunque los
días sean agradables y soleados, de modo que los pastores, junto con sus
rebaños, estarían por lo menos en algún refugio por la noche. Por otra parte,
principios de otoño encajaría perfectamente con lo que cuenta Lucas.
Sin
embargo, el argumento más significativo se basa en el tiempo del nacimiento de
Juan el Bautista. El padre de Juan, un sacerdote llamado Zacarías, pertenecía a
la “división sacerdotal de Abías”. Él estaba haciendo su turno de servicio en
el Templo cuando se le apareció el ángel Gabriel y le anunció que Elisabet, la
esposa de Zacarías, concebiría un hijo. Después de que Zacarías regresara a su
hogar, su esposa concibió, tal como el ángel había dicho. En el sexto mes de
embarazo de Elisabet, Gabriel visitó a María y anunció la milagrosa concepción
de Jesús.
Los 24
turnos de servicio sacerdotal en el Templo se encuentran en I de Crónicas 24.
Los cálculos hechos mostrarán que la división Abías servía en junio. Después de
que Zacarías completara su servicio y viajara de regreso a casa, Elisabet
concibió. Asumiendo que la concepción de Juan ocurrió a finales de junio, si
añadimos nueve meses, nos lleva a finales de marzo como la época aproximada del
nacimiento de Juan. Si añadimos otros seis meses, llegamos a finales de
setiembre –la fecha de Sukkot– como el momento aproximado del nacimiento de
Jesús.
Adicionalmente,
la historia de la Navidad nos da algunas posibles alusiones de Sukkot. Primero,
probablemente recuerdes que Sukkot es la festividad bíblica de la alegría, zman simchateynu,
“el tiempo de nuestra alegría”. ¿No sería este el momento apropiado para declarar
“gran gozo para todo el pueblo”?
Segundo,
podemos ver una alusión de la Fiesta de los Tabernáculos en las palabras de
Juan: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”.
Ciertamente
hay más razones y argumentos para que Jesús naciera en Sukkot –no voy a
incluirlos todos aquí–. El punto final es que, basándose en los relatos del
Nuevo Testamento, finales de verano o principios de otoño parecen ser las
épocas más apropiadas para el nacimiento de Jesús –y basándose en razones
teológicas y alusiones gramaticales–, podemos indicar el tiempo específico
durante la época de “finales de verano o principios de otoño”: la época de
Sukkot.
¿DÓNDE?
Sabemos
que Jesús nació en Belén durante el tiempo del censo, y diciembre no hubiera
sido tampoco el tiempo apropiado para un censo romano: tales censos no se
hacían en invierno, cuando las temperaturas, algunas veces caían por debajo de
cero y las carreteras estaban en muy malas condiciones. Por otra parte,
principios de otoño –la época de Sukkot– podría ser un tiempo excelente para
viajar a Belén. Incluso hay una teoría de que José y María planearon su viaje a
Belén para coincidir con la peregrinación de Sukkot a Jerusalén. Viajar en una
caravana de peregrinos desde Galilea les podría proporcionar un viaje más
seguro. El movimiento de peregrinación también podría explicar la situación de
no “hay lugar en la posada” en Belén.
Hay algo
que debemos entender sobre la situación de “no hay lugar”. El escenario
tradicional –María y José con el bebé Jesús en un establo, solo y abandonado–
no tiene absolutamente ningún sentido en contraposición con el trasfondo social
y cultural de la historia. En primer lugar, si Belén era el lugar de los
orígenes ancestrales de José, lo más probable es que tuviera familiares allí y
definitivamente hubiera sido bienvenido en cualquier casa de estos parientes.
Pero aunque “si él no hubiese tenido familiares o amigos en el pueblo, como
miembro de la famosa casa de David, por ‘causa de David’, él hubiera sido bien
recibido en casi cualquier casa del pueblo”.[1]
Así pues,
¿qué significa lo de no “había lugar para ellos en la posada”(kataluma,
en griego significa “habitación de invitados”)? Probablemente quiere decir que
Belén desde luego estaba muy saturado (debido al movimiento de peregrinación de
Sukkot) y todas las casas estuvieron verdaderamente ocupadas. Sin embargo, eso
no significa que José y María hubieran sido abandonados en cualquier sitio: la
propia idea de que no serían llevados a una casa, sino a un lugar apartado de
los demás, es culturalmente imposible”. Cualquiera que haya sido huésped de
campesinos palestinos sabe que, a pesar de su hospitalidad, la falta de
privacidad es inexplicablemente dolorosa. Nadie puede tener espacio para sí
mismo, y uno nunca está solo ni de día ni de noche”.[2]
Si la habitación de invitados en la casa estaba ocupada, José y María hubieran
estado con esa misma familia, en la habitación principal de la casa y hubieran
estado rodeados de personas. Para que tuviesen más privacidad en el momento del
parto, ellos probablemente hubieran ido al único lugar de la casa donde no
hubiese nadie: a una habitación en la parte baja, donde guardaban los animales
por la noche. Sin embargo, después de nacer el niño, ellos probablemente
regresarían a la habitación principal. Las imágenes tradicionales de la Sagrada
Familia, inclinándose todos ellos delante del niño, son preciosas –pero también
poco probables–.
¿QUÉ
CELEBRAMOS?
Jesús no
nació un 25 de diciembre, entonces ¿qué celebramos en Navidad? Es muy popular
hoy en día denunciar la Navidad como una festividad “pagana” que nada tiene que
ver con la Biblia, y para estar seguros, nada en el Nuevo Testamento indica
cuándo nació Jesús. Los escritores de los evangelios tampoco sabían la fecha o
no lo consideraron importante, por eso, la época del año en que Jesús nació es
un tema para debatir y hacer conjeturas. Sí, comúnmente se cree que la Iglesia
escogió el 25 de diciembre con la intención de adoptar y absorber las
tradiciones paganas del festival a Saturno. Sin embargo, como a menudo sucede,
tanto en la Biblia como en nuestras vidas, a través de las espesas flaquezas
humanas y sus errores, Dios todavía trabaja en Su propósito. Manteniendo la
Navidad al mismo tiempo que los festivales tradicionales del solsticio de
invierno, el mensaje de Navidad se hace increíblemente claro: en la hora más
oscura del mundo, nació la “Luz del Mundo”. Para millones de creyentes, la
Navidad es una celebración de la verdadera Luz viniendo al mundo. Esto no es un
mensaje pagano: la Luz Divina está por encima de la más densa oscuridad –y esto
es lo que celebramos tanto en Hanukkah como en Navidad–.
¡Feliz
Navidad a todos mis maravillosos lectores!
¡Que sus
corazones y sus hogares sean llenos de Su gozo y Su Luz!