Tuesday, April 30, 2019

Del Oficio Divino del Domingo de la Misericordia


Queridos hermanos,

Hoy comparto con ustedes estas citas del Oficio Divino del Domingo de la Misericordia exhortándonos a renovar nuestra Consagración al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María... (yo se las compartí el año pasado; si alguien ya las borró, se las puedo volver a enviar...). Comienzo con el último versículo de la Primera Lectura... Lo de la Segunda Lectura se los cito completo de parte de San Agustín...

Con todo nuestro cariño,
Noel & Silvia
Desde “La Porciúncula”
CSP- Guatemala


Todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él.” Colosenses 3, 17
RESPONSORIO Col 3, 1. 2. 3
R. Si habéis sido resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. * Poned vuestro corazón en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Aleluya.V. Porque habéis muerto y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios.R. Poned vuestro corazón en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Aleluya.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 8, En la octava de Pascua, 1, 4: PL 46, 838. 841)
LA NUEVA CREATURA EN CRISTO
Me dirijo a vosotros, recién nacidos por el bautismo, párvulos en Cristo, nueva prole de la Iglesia, complacencia del Padre, fecundidad de la Madre, germen puro, grupo recién agregado, motivo el más preciado de nuestro honor y fruto de nuestro trabajo, mi gozo y mi corona, todos los que perseveráis firmes en el Señor.

Os hablo con palabras del Apóstol: Revestíos de Jesucristo, el Señor, y no os entreguéis a satisfacer las pasiones de esta vida mortal, para que os revistáis de la vida que habéis revestido en el sacramento. Todos los que habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judío y gentil, ni entre libre y esclavo, ni entre hombre y mujer: todos sois uno en Cristo Jesús.

Ésta es precisamente la eficacia del sacramento: se trata, en efecto, del sacramento de la vida nueva, la cual empieza en el tiempo presente por el perdón de todos los pecados pasados, y llegará a su plenitud en la resurrección de los muertos. Por nuestro bautismo fuimos sepultados con él, para participar de su muerte; para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos, así también nosotros vivamos una vida nueva. Ahora camináis en la fe, mientras vivís desterrados en este cuerpo mortal, lejos del Señor; pero el mismo Jesucristo, al dignarse asumir por nosotros la condición humana, se ha convertido para vosotros en el camino seguro hacia él, al cual os dirigís. Es grande, en efecto, la bondad que tiene reservada para sus fieles, y que descubrirá y completará para los que se acogen a él, cuando llegue el momento de la posesión efectiva de aquello que ahora hemos recibido sólo en esperanza.

Hoy hace ocho días de vuestro nacimiento espiritual; hoy recibís el complemento del sello de la fe, lo cual, en los padres antiguos, se realizaba por la circuncisión de la carne, al octavo día del nacimiento carnal.

Pues el mismo Señor, al despojarse de la mortalidad de la carne por su resurrección y al hacer resurgir un cuerpo no distinto del de antes, pero sí libre para siempre de la muerte, señaló con su resurrección el día del domingo, que es el tercero después de la pasión, es el octavo después del sábado, según la numeración de días, pero que es al mismo tiempo el primero.

Por esto también vosotros, si habéis sido resucitados con Cristo -aunque todavía no de hecho, pero sí ya con esperanza cierta, porque habéis recibido el sacramento de ello y las arras del Espíritu-, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Poned vuestro corazón en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Porque habéis muerto y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios; cuando se manifieste Cristo, que es vuestra vida, os manifestaréis también vosotros con él, revestidos de gloria.
RESPONSORIO Col 3, 3-4; Rm 6, 11
R. Habéis muerto y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios; * cuando se manifieste Cristo, que es vuestra vida, os manifestaréis también vosotros con él, revestidos de gloria. Aleluya.V. Considerad que estáis muertos al pecado, pero que vivís para Dios en unión con Cristo Jesús.R. Cuando se manifieste Cristo, que es vuestra vida, os manifestaréis también vosotros con él, revestidos de gloria. Aleluya.

ACTO DE CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS
CONSAGRACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS  
 
¡Sacratísima Reina de los cielos y Madre mía amabilísima! Yo N.N., aunque lleno de miserias y ruindades, alentado sin embargo con la invitación benigna del Corazón de Jesús, deseo consagrarme a Él; pero, conociendo bien mi indignidad e inconstancia, no quisiera ofrecer nada sino por tus maternales manos, y confiando a tus cuidados el hacerme cumplir bien todas mis resoluciones.
Corazón dulcísimo de Jesús, Rey de bondad y de amor, gustoso y agradecido acepto con toda la decisión de mi alma ese suavísimo pacto de cuidar Tú de mí y yo de Ti, aunque demasiado sabes que vas a salir perdiendo. Lo mío quiero que sea tuyo; todo lo pongo en tus manos bondadosas: mi alma, salvación eterna, libertad, progreso interior, miserias; mi cuerpo, vida y salud; todo lo poquito bueno que yo haga o por mi ofrecieren otros en vida o después de muerto, por si algo puede servirte; mi familia, haberes, negocios, ocupaciones, etc., para que, si bien deseo hacer en cada una de estas cosas cuanto en mi mano estuviere, sin embargo, seas Tú el Rey que haga y deshaga a su gusto, pues yo estaré muy conforme, aunque me cueste, con lo que disponga siempre ese Corazón amante que busca en todo mi bien.
 Quiero en cambio, Corazón amabilísimo, que la vida que me reste no sea una vida baldía; quiero hacer algo, más bien quisiera hacer mucho, porque reines en el mundo; quiero con oración larga o jaculatorias breves, con las acciones del día, con mis penas aceptadas, con mis vencimientos chicos, y en fin, con la propaganda no estar a ser posible, ni un momento sin hacer algo por Ti. Haz que todo lleve el sello de tu reinado divino y de tu reparación hasta mi postrer aliento, que ¡ojalá! sea el broche de oro, el acto de caridad que cierre toda una vida de apóstol fervorosísimo. Amén.
 
  Hay concedida indulgencia parcial a todos los fieles que devotamente reciten esta CONSAGRACIÓN PERSONAL al Sagrado Corazón de Jesús.
 
Forma resumida de pacto con el Corazón de Jesús: "Corazón de Jesús yo cuidaré de tu honra y de tus cosas y tú cuida de mí y de las mías."


ACTO DE CONSAGRACION AL INMACULADO CORAZON DE MARIA
Rezarla junto con tu espos(o)a
 Oh, María, Madre de la Divina Gracia, para responder a los deseos de Tu Corazón Inmaculado, renuevo hoy, en Tus Manos, los compromisos de mi Bautismo.
Renuncio para siempre a Satanás, a sus seducciones, y a sus obras.
Me consagro enteramente a Jesús, Hijo Tuyo amado, para llevar detrás de Él mi cruz, día tras día siempre. Para ser más fiel que en mi vida pasada. Te elijo hoy, en la presencia de los Ángeles y de los Santos, como mi Madre y Dueña.
A Ti, como hijo esclavo, yo me abandono y consagro todo mi mismo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes internos y externos, el valor de mis buenas obras pasadas, presentes y futuras.
Te dejo pleno derecho de disponer de mí y de cuanto me pertenece a Tu arbitrio, sin excepción, para que Tu, oh María, me hagas una alabanza de gloria de la Santísima Trinidad en el tiempo y en la eternidad.
Así establezco en plena libertad. Amén.

[COMPARTIR CON LOS SERES QUE MAS AMAS]- Gracias!


No comments:

Post a Comment