Sunday, January 21, 2018

Tu nombre ya no será Jacob - Julia Blum

Explicación tradicional
El hombre le dijo a Jacob: "Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido" (Génesis 32:28). Por lo tanto, es ampliamente creído que el nombre "Israel" proviene de la palabra hebrea sharif (שרית), que en hebreo bíblico significa "luchar", "ejercer influencia", "prevalecer". Hay otra forma de interpretar este nombre, uno que nos ayuda a comprender la profundidad de la transformación en Peniel.
¿Qué le pasó a Jacob?
El nombre Israel se puede leer como Yashar- El (ישר-אל). La palabra hebrea Yashar (יָשָׁר) significa recto, honesto, honorable, respetuoso de la ley; en el uso bíblico, también significa "persona justa y temerosa de Dios". La raíz akov (עָקֹב֙), por otro lado, (la raíz del nombre Yakov) podría significar también "torcido", como en este verso: lo torcido (הֶֽעָקֹב֙) se enderece (Isaías 40:4). Entonces entendemos el significado de este cambio: Israel es el que Dios rectifica en lugar de "ser torcido y desigual". 
El hebreo revela el verdadero significado
Los nombres en el antiguo mundo judío tenían un peso muy importante. Un nombre hablaba del carácter de una persona, sus obras y su identidad. Para una persona a la que se le otorgaba un nuevo nombre, significaba un cambio en su identidad. Al leer la Biblia traducida perdemos el significado de los nombres; indudablemente, esta es una de las mayores pérdidas que experimentamos debido a la traducción. Nuestros cursos de hebreo bíblico en línea le revelarán el verdadero significado de los nombres bíblicos y muchos secretos de las Escrituras. ¡Inscríbase ya! 


Friday, January 19, 2018

¿Cómo pasarías tus últimos 38 minutos de vida? - por Rav Efrem Goldberg

¿Cómo pasarías tus últimos 38 minutos de vida? 

- por Rav Efrem Goldberg

El sábado a la mañana, los habitantes de Hawaii recibieron en sus teléfonos un alerta de emergencia: “Amenaza de misil balístico en dirección a Hawaii. Busquen refugio de inmediato. Este no es un simulacro”.
Con el incremento de la tensión entre los Estados Unidos y Corea del Norte, los hawaianos entraron en pánico, creyendo que eran el objetivo de un ataque nuclear. Algunos corrieron hacia los sótanos, otros se escondieron debajo de las mesas y otros se metieron en las alcantarillas de la calle.
Llevó 38 minutos hasta que el estado difundió un mensaje corrigiendo el error y explicando que se trataba de una falsa alarma. El Centro de Operaciones de Emergencia luego le informó al mundo que uno de sus empleados simplemente había presionado el botón incorrecto, y añadieron: “Esta persona ha sido temporalmente reasignada dentro de nuestro Centro de Operaciones de Emergencias y su puesto depende de los resultados de nuestra investigación interna”.

El mensaje recibido: "Amenaza de misil balístico en dirección a Hawaii. Busquen refugio de inmediato. Este no es un simulacro".
Durante 38 minutos, 1,4 millón de personas se desesperó por asegurar su seguridad pero también hicieron algo más. Al pensar que el catastrófico ataque era inminente, se vieron forzados a considerar cómo deseaban pasar sus últimos momentos en la tierra. Gracias a Dios, fue solamente una falsa alarma y la extensión del daño fue la ansiedad que causó innecesariamente.
De todas maneras, esta desafortunada experiencia nos enseña a todos una importante lección. Si te quedaran sólo 38 minutos de vida, ¿cómo los pasarías? ¿Qué harías? ¿Abrirías un libro de Torá para estudiar? ¿O un libro de plegarias? ¿Buscarías el teléfono para llamar a alguien y decirle que lo amas? ¿Te conectarías con alguien con quien estás alejado para tratar de reconciliarte?
Tómate unos momentos y piensa qué harías si pensaras que te quedara un tiempo limitado para vivir.
¿Por qué no haces eso ahora mismo?
Hilel nos advierte: “No digas: ‘estudiaré cuando tenga tiempo libre’, porque quizás nunca tengas tiempo libre” (Pirkei Avot, 2:5). No podemos predecir cuánto viviremos y si posponemos o nos demoramos, es posible que nunca lleguemos a aquello que afirmamos son nuestros objetivos y aspiraciones.
La porción de la Torá de esta semana nos advierte: “Ushmartem et hamatzot – cuiden las matzot para que no se vuelvan jametz”. Rashi cita el Midrash que nos alienta a leer el versículo como si dijera: ushmartem et hamitzvot, cuiden los mandamientos. Si se presenta en tu camino una oportunidad positiva, no permitas que se vuelva jametz a causa de tu pereza y tus postergaciones. En cambio abrázala, corre hacia ella y cúmplela de inmediato, antes de que sea demasiado tarde.
La muerte siempre ha sido uno de los motivadores más potentes. El autor budista Sogyal Rinpoche escribe: “La muerte es un espejo en el cual se refleja todo el significado de tu vida”. El Talmud (Shabat 153a) registra la enseñanza de Rabí Eliezer: “Arrepiéntete un día antes de tu muerte”. Sus discípulos le preguntaron: “¿Cómo puede saber la persona cuándo va a morir?”
“¡Ese es exactamente el punto!”, les respondió. “Que se arrepienta hoy por si llega a morir mañana, y de esta forma vivirá todos sus días en arrepentimiento”.
Una profunda canción folclórica norteamericana dice: “Espero que algún día tengas la oportunidad de vivir como si estuvieras muriendo”. Los habitantes de Hawaii tuvieron esa oportunidad la semana pasada. Nosotros no necesitamos esperar un alerta de emergencia. Pregúntate a ti mismo qué harías si te quedaran unos pocos minutos para vivir y no esperes, hazlo ahora mismo.

Con mucho cariño,
Noel y Silvia
Res. Santa Anita
Altos de Ticomo
Managua, Nicaragua


Tuesday, January 16, 2018

El Secreto Mesiánico - Julia Blum

Queridos hermanos,

Cuando estuvimos en China no pudimos postear nada al sitio. Pero su pudimos recoger algun material de calidad para postearlo posteriormente... Con sumo agrado les presentamos de la autoría de Julia Blum: El Secreto Mesiánico - El mas reciente libro suyo tambien habla sobre este tema de una manera magistral. Para los que le hacen al inglés, podrán encontrarlo en Amazon.com.

Les dejamos con mucho cariño,
Sus hermanos,
Noel y Silvia

El Secreto MesiÁnico: El Dilema Del Nuevo Testamento
“Cualquier discusión sobre… el mesianismo, es un aspecto delicado, porque es aquí donde se ha desarrollado, y continúa existiendo, el conflicto esencial entre el judaísmo y el cristianismo”. A la luz de esas diferencias esenciales, un consenso entre académicos judíos y cristianos con respecto a lo que se conoce como el “Secreto Mesiánico”, parece aún más sorprendente. Los estudiosos de ambos lados reconocen el hecho de que, en los Evangelios, Jesús es frecuentemente retratado como si buscara mantener un elemento de secreto sobre su propia persona y su trabajo a lo largo de todo su ministerio público (a veces incluso desalentando abiertamente el uso del título “Mesías”). Esta característica de los Evangelios es bien conocida y ampliamente reconocida; hoy es conocida como el “Secreto Mesiánico” —término que deriva de un estudio clásico de William Wrede sobre el Evangelio de Marcos—.

El Secreto MesiÁnico: El Dilema Del Nuevo Testamento
By Julia Blum - enero 4, 2018
Algunos de mis lectores pueden recordar las series sobre el Mesías Oculto que presenté en este blog hace algunos años. En ese momento estaba trabajando en un libro sobre el Mesías Oculto, y por lo tanto, era natural que escribiera sobre ese tema. Sin embargo, en ese momento habían cosas sobre las cuales no escribí en el blog. El libro ya fue publicado, entonces ahora puedo revelar algo que, personalmente, fue el descubrimiento más sorprendente de este viaje —y será el tema de mis siguientes artículos—. Antes de hacerlo, sin embargo, me gustaría recordarles a los lectores que leyeron las series, sobre qué trataba el “Secreto Mesiánico” —y para aquellos que no lo leyeron, esta será una introducción de los próximos artículos—.
***
“Cualquier discusión sobre… el mesianismo, es un aspecto delicado, porque es aquí donde se ha desarrollado, y continúa existiendo, el conflicto esencial entre el judaísmo y el cristianismo”.[1] A la luz de esas diferencias esenciales, un consenso entre académicos judíos y cristianos con respecto a lo que se conoce como el “Secreto Mesiánico”, parece aún más sorprendente. Los estudiosos de ambos lados reconocen el hecho de que, en los Evangelios, Jesús es frecuentemente retratado como si buscara mantener un elemento de secreto sobre su propia persona y su trabajo a lo largo de todo su ministerio público (a veces incluso desalentando abiertamente el uso del título “Mesías”). Esta característica de los Evangelios es bien conocida y ampliamente reconocida; hoy es conocida como el “Secreto Mesiánico” —término que deriva de un estudio clásico de William Wrede sobre el Evangelio de Marcos—.
De hecho, el lector imparcial no dejará de ver una de las cosas más complejas en las narraciones del Evangelio: mientras que los lectores creyentes llaman a Jesús el Mesías de Israel, Él mismo rechazó continuamente el uso del título “Mesías” a lo largo de todo su ministerio público. Veamos algunos textos donde Jesús directamente le prohibió a otros referirse a Él como Mesías: “Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo [Mesías] de Dios. Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente”.[2] Una prohibición semejante acompaña todas Sus sanidades de los israelitas: la purificación del leproso, la resurrección de la hija de Jairo de la muerte, y la sanidad de los dos hombres ciegos, para citar algunos. Estas y muchas otras historias están casi inevitablemente acompañadas por un comentario final: “entonces le encargó rigurosamente… y le dijo: Mira, no digas a nadie nada”;[3] “pero él les mandómucho que nadie lo supiese”;[4] “y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa”.[5] No solo recomendó que no dijeran nada, sino que les prohibió hablar de eso, y casi siempre rigurosamente o severamente.
En realidad, lo único que Jesús hizo severamente en los Evangelios, fue prohibirle a las personas discutir Su identidad mesiánica y milagros. La única vez en todo el Nuevo Testamento en que Él revela su identidad mesiánica es la cena con la mujer samaritana en Juan 4. ¡Solo piensa en eso! La única vez en la que Él habla de eso, no le está hablando a una persona judía, sino a una mujer samaritana. Por lo tanto, tenemos este comentario extraño en el texto, que “sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer”,[6] y podríamos preguntarnos por qué necesitamos saber eso; por qué la Escritura nos informa sobre sus discípulos que fueron a la ciudad. Sin embargo, si entendemos que Jesús debía “esconder Su rostro” —Su estatus mesiánico— de Israel, entonces podemos ver ese episodio como uno muy lógico: la única vez en todos los Evangelios donde Él revela su identidad mesiánica es en la escena con la mujer samaritana e incluso luego, solo en el momento en que “sus discípulos habían ido a la ciudad” —esto es, cuando no había una sola persona judía a la vista—. De la misma manera, la sanidad del hombre poseído por el demonio del país gentil de los gadarenos, también presenta un notable contraste con todas las historias citadas arriba: en respuesta a su pedido para seguirle, Yeshua le dice al hombre sanado, “vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti”.[7] Entonces, Yeshua estaba listo para revelar Su identidad a los gentiles, pero fue muy cuidadoso de no revelarlo a los judíos —una confirmación adicional de las palabras de Pablo sobre la diferencia entre cómo Jesús se reveló a los judíos y a los gentiles—.
Este Secreto Mesiánico, este contraste entre el mesianismo de Jesús y sus instrucciones para mantener el secreto en los Evangelios, sin duda requiere alguna explicación, y la explicación de esta intrigante característica se puede encontrar en el pensamiento judío de la época. La manera de referirse a la llegada del Mesías como oculta y revelada puede tomarse como representativa del judaísmo palestino del I siglo d.C. “…todos los grupos judíos asumieron… que el Mesías, cuando llegó por primera vez, sería difícil de identificar,… que el Mesías tendría que sufrir persecución e ignominia”.[8] Por ejemplo, el Mesías Oculto aparece muchas veces en Pseudoepigrapha, una tendencia importante de la literatura hebrea intertestamentaria, especialmente en el libro de Enoc, donde vemos al Hijo del Hombre celestial oculto en el Cielo hasta que llegue el tiempo señalado. Los Targums, las traducciones arameas de las Escrituras, usadas en las sinagogas en los tiempos de Jesús, cuando se refieren al Advenimiento del Mesías, a menudo hablan de Él como siendo “revelado” (אתגלי), mientras que en los escritos rabínicos posteriores leemos sobre todo de la “llegada” (בוא) del Mesías. Incluso las primeras fuentes cristianas, comenzando por el Nuevo Testamento, están llenas de pasajes que “dan testimonio simple a la suposición común de que la llegada del Mesías sería la llegada de alguien que debía ser identificado como tal, no la llegada de un obvio rey[9]: “mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea”[10]; “y yo no le conocía; mas para quefuese manifestado a Israel, por esto vine yo…[11] De acuerdo con la misma creencia, Trifón el judío, argumentó en contra de Jesús como mesías en la obra de Justino Mártir: “El mesías, si hubiera nacido y estuviese en alguna parte, sería desconocido. Incluso él no sabría con certeza que él mismo era el mesías hasta que Elías viniera, lo ungiera y lo manifestara a todos”.[12]
Si se supone que el mesías no debe ser reconocido, él debe guardar silencio sobre su mesianismo. En efecto, significa que la idea de que, cuando venga el Mesías, guardaría silencio sobre su estatus mesiánico y no sería reconocido hasta que Dios lo manifieste, se convierte en una idea actual del pensamiento religioso judío a inicios de nuestra era. El Mesías necesitaba permanecer oculto y no podría revelar quién era. Así que llegamos a un conocimiento nuevo y profundo del secreto mesiánico de los Evangelios: entendemos que el silencio de Jesús sobre su mesianismo en los Evangelios fue precisamente lo que se esperaba del Mesías cuando debía llegar. Y la próxima vez, vamos a descubrir la “Profecía Oculta” en la que se basó el silencio de Jesús (si no quieres esperar una semana, puedes leer sobre esto en mi nuevo libro “As though hiding his face” da clic aquí para mis libros: https://blog.israelbiblicalstudies.com/julia-blum/ )

[1] Gershom Sholem, Messianic Idea in Judaism, p.1
[2] Lucas 9:20-21
[3] Marcos 1:43-44
[4] Marcos 5:43
[5] Mateo 9:30
[6] Juan 4:8
[7] Marcos 5:19
[8] O’Neill, J. C. Who Did Jesus Think He Was? (Biblical Interpretation Series, Vol 11), Brill Academic Publishers, 1995, p.42
[9] O’Neill, 43
[10] Juan 7:27
[11] Juan 1:31
[12] Justin Martyr, Dialogue with Trypho,  8.4

Sunday, January 14, 2018

Inicio Del 2018 Desde Jerusalén - Julia Blum

Managua, Nicaragua
14 de enero de 2018

Queridos hermanos,
Ya de regreso en suelo patrio, me da mucho gusto volver a compartir con ustedes desde este blog lo mejor de lo mejor de lo que me encanta tratar en este blog mio y de ustedes. Mas de ustedes que mio. Es un honor para mi poder compartir un poco de su tiempo con estos pensamientos y experiencias...
Hoy le damos la bienvenida al 2018 con un escrito de Julia Blum... Le agradezco a ella por estos articulos y tambien por la cantidad de libros que ha escrito, y que podemos encontrar en Amazon.com.

Gracias por su atencion. La Paz!

Sus hermanos,
Noel y Silvia
Desde la tierra de Rubén Darío.

Inicio Del 2018 Desde Jerusalén
By Julia Blum - diciembre 26, 2017
El reloj profético
Puede ser que alguno de mis lectores recuerden mi post del Año Nuevo anterior: INICIO DEL 2017 DESDE JERUSALÉN. Escribí sobre la “profecía” de Rabbi Judah Ben Samuel (el nombre en hebreo es Yehudah Hachassid –Judá el Piadoso–) y sobre numerosos sitios web de habla inglesa que “profetizaron” la llegada del Mesías durante el 2017. Demostré que no tenemos pruebas de que exista tal profecía, y por lo tanto, tenemos muchas razones para ser cautelosos con estas especulaciones. Entonces escribí: “Dicho esto, debo admitir que entiendo completamente estos sentimientos hacia el 2017, y también tiendo a mirarlo como un año de significado profético. Todos sabemos que el reloj profético de Dios está unido a Israel y a Jerusalén. El primer acto oficial de una nación gentil que dio a los judíos el derecho legal a la Tierra Santa, fue la Declaración de Balfour, y sucedió en 1917. Luego, 50 años después, en 1967, después de la Guerra de los Seis Días, Jerusalén fue recapturada, reunida, y declarada como la eterna e indivisible capital del Estado de Israel. 50 años después de 1967, entrando en el año 2017 –y entrando desde Jerusalén– no puedo dejar de anticipar el significado de este año para mi país y mi ciudad, para Israel y para Jerusalén, –y para todo el mundo–”.
Cuanto más se acercaba el Año Nuevo, más me preocupaba al pensar sobre mi post del Año Nuevo y el hecho de que, a pesar de mis predicciones, nada importante sucedió para Israel o Jerusalén en el 2017. Aunque existe el tiempo de Dios, nadie puede preverlo. Así de repente –o se sintió de repente– el 6 de diciembre, escuchamos la declaración de Trump respecto al reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel. Sé que hay opiniones controvertidas sobre esto, y no voy a entrar en debates políticos aquí –y créeme–, aquí también es un terreno muy controvertido porque primero que todo, es Israel quien paga el precio de la audacia de Trump pero mientras esperaba escuchar la declaración de Trump—, el comentarista de las noticias de FOX dijo: “Esperamos que el Presidente Trump venga y cambie la historia”. Probablemente en ese momento me di cuenta de que este “cambio de la historia” estaba sucediendo en el 2017. Y creo que aporta una luz adicional en la actitud del Presidente Trump: parece ser un evento profético, especialmente porque sucedió de completo acuerdo con el reloj profético de Dios: 1917 – 1967 – 2017.[1] La manecilla del reloj se ha adelantado otra vez.

Dios lo encaminó a bien
¿Quiere decir que, así como nos acercamos al Año Nuevo, todos tenemos más razones para escuchar lo que Dios nos dice? Creo que las porciones semanales de la Torá están divinamente ordenadas y que Dios habla a Su pueblo –y a cada uno de nosotros personalmente– a través de estas porciones de la Escritura –Parashot Shavua–. La transición de un año a otro viene a ser incluso más significativa cuando nos damos cuenta que la Porción de la Torá para el 30 de Diciembre –el último Sabbat del 2017– es Vayechi, la última porción del libro de Génesis. ¿Puedes imaginarlo? Iniciaremos el Año Nuevo después de haber finalizado el libro de Génesis: abriendo, verdaderamente, no solo una nueva página, sino abriendo un nuevo libro en nuestras vidas.
Hay muchas cosas que podemos decir respecto a Vayechi (así como acerca de cada porción de la Torá). Por ejemplo, la inmensa y profética bendición de Jacob a sus hijos está en esta porción, y desde luego, se puede decir muchísimo sobre estas bendiciones. Sin embargo, quisiera puntualizar algo que fue como un desafío personal para mí –y espero que sea también un desafío para ustedes–. Hacia el final del libro –como un sello en la historia de José, en el libro de Génesis, y también en nuestras vidas– José les dice a sus hermanos: “Dios lo encaminó a bien”. ¿No son estas palabras maravillosas para el Año Nuevo? Tanto en la Biblia como en nuestras vidas, Dios siempre lleva adelante Su plan a través de la gente: no solo mediante las fuerzas y la fe de la gente, sino también mediante sus debilidades y errores. Es una sensación maravillosa: cuando uno puede mirar atrás en el año que está finalizando, ver todos los errores y fechorías que cada uno experimentó en este año y confiar que el Señor obrará para bien, incluso desde nuestros errores: “Dios lo encaminó a bien”.
Como Efraín y Manasés
Hay una escena muy interesante en esta porción que explica uno de los dilemas de las costumbres judías. Durante la celebración de cada Sabbat los viernes por la noche, los padres judíos bendicen a sus hijos con la bendición sacerdotal.[2] La línea introductoria de esta bendición depende de si la criatura es niño o niña.
Para las niñas, la línea de introducción es:
Que Dios te haga como Sara, Rebeca, Raquel y Lea.
Para los niños es:
Que Dios te haga como Efraín y Manasés.
¿Por qué los padres bendicen a sus hijos con los nombres de los hijos de José? ¿Por qué los hijos de José son elegidos en esta bendición, antes que los patriarcas Abraham, Isaac, y Jacob?
Sabemos que los dos hijos de José nacieron en Egipto. Antes que nada, intentemos entender el significado de sus nombres en el hebreo original. José llamó a su primogénito por el nombre de Manasés. El nombre Menashe (Manasés) deriva de la raíz hebrea נָשָׁה : “causa de olvido”. José quería olvidar todo el sufrimiento y aflicción por el que pasó. Por eso llamó a su hijo Manasés. El segundo fue llamado Efraín. El nombre de Efraín deriva de la raíz פָּרָה  – “hacer fructífero”. Evidentemente, José fue capaz de olvidar su sufrimiento y seguir hacia delante: vino a ser fructífero y productivo en tierra extraña.
Antes de su muerte, Jacob elige a sus dos nietos para bendecirlos a través de los siglos: “Él les bendijo en aquel día diciendo: “Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín antes de Manasés”.’[3] Los rabinos judíos ven un mensaje poderoso en esta bendición. Cuando nosotros decimos a nuestros hijos: “Que Dios te haga como Efraín y Manasés” les deseamos que estén siempre conectados espiritualmente con su pueblo y con su Dios, sin mirar dónde viven y crecen. Más aún, Efraín y Manasés son los primeros hermanos en la Torá cuya relación no está marcada por los celos y la rivalidad –un poderoso testimonio de la paz en el corazón de José y en la casa de José–. Creo que este es el mensaje que Dios nos da para este Año Nuevo: Él quiere que tengamos paz en nuestros corazones y paz en nuestros hogares, y estar siempre en sintonía con el Dios de Israel sin importar cuán poderoso y tentador sea nuestro entorno “egipcio”.

[1] También fue el 8 de diciembre de 1947 que la ONU proclamó el establecimiento del Estado Judío en la tierra de Israel, casi exactamente 70 años antes de la declaración de Trump –siendo el 70 otro número bíblico importante–.
[2] Números 6:24-26
[3] Génesis 48:20





Thursday, January 11, 2018

Estamos de regreso.

Managua, Nicaragua, Centroamerica
11 de enero de 2018

Buenos dias Nicaragua y CentroAmerica!!!
Buenas noches Europa y Asia - Oceania.


Ya estamos de regreso de nuestro viaje a China. Ahora a ponernos en tono físico para regresar a Guatemala, la bella. !Cómo nos han hecho falta! Toda mision es vivir cada dia como un "martirio lento" - pero lo que hemos vivido, que hemos visto, en este viaje es completamente fuera de serie, fuera de lo común... Se necesita mucha "calistenia" tanto internamente como de parte de todos los que vivimos afuera.

En este corto mensaje/blog quiero invitarlos para que nos comuniquemos - que sea de varias vias este blog, no solo "wo de fung shi" a mi manera, sino a la manera de todos los que he invitado por este medio. Si te he enviado los links de este nuestro blog, ha sido porque te respeto y te quiero contar entre mis hermanos. Eres muy especial para mi. Hay algunos conocidos que no han querido que se les invite. De igual forma, si tu ya no quieres participar, solo enviame un mensaje a <santiago94@yahoo.com> para eliminar tu nombre de la lista de envios. "Sorry to let you go" - Sin ti, seremos solamente 199 en vez de 200.

Un abrazote de Paz
Sus hermanos,
Noel y Silvia