Narciso - The
Alchemist
Tomado de: Coelho, Paulo. The
Alchemist (p. 4). Harper Collins. Kindle Edition. Traducción ad litera de: Noel Rios santiago94@gmail.com.
El alquimista escogió un libro de los que alguien en la
caravana había traído. Hojeando sus páginas encontró un cuento sobre Narciso.
El alquimista conocía la leyenda de Narciso, un joven que se
postraba a la orilla de un lago a contemplar su propia belleza. Él estaba tan fascinado
consigo mismo, que una mañana se cayó al lago y se ahogó.
Pero no fue de esa manera cómo el autor terminó su cuento.
Él dijo que cuando Narciso murió, la diosa del bosque apareció
y encontró que el lago que había sido un lago de agua dulce, se había transformado
en un lago de lágrimas saladas.
“¿Por qué lloras? La diosa preguntó.
“Lloro por Narciso,” respondió el lago.
“Ah, no es una sorpresa que llores por Narciso”, dijeron
ellos, “porque aunque nosotros le perseguíamos en el bosque, solamente tu
pudiste contemplar su belleza de cerca.”
“Pero… ¿Era bello Narciso?” preguntó el lago.
“¿Quién mejor que tú para saber eso?” dijo la diosa en
retrospectiva. “¡Después de todo, era a tu orilla que él se postraba cada día a
contemplarse!”
El lago permaneció en silencio por un rato. Finalmente, dijo.
“Yo lloro por Narciso, pero nunca noté que Narciso era bello.
Lloro porque cada vez que se postraba a mi orilla, yo podía ver en lo profundo
de sus ojos el reflejo de mi propia belleza.”
“Que cuento más bello”, pensó el alquimista.
Nota del traductor: Jesús dijo
que el reino de Dios está dentro de nosotros. Dentro de cada uno de nosotros. Al
amar al otro, estas amando a Cristo sentado a la derecha del Padre… La belleza
dentro de él es la presencia de Dios en su forma más sublime. Por eso es que
amando al prójimo es la forma más auténtica de amar a Dios. Feliz tiempo
Ordinario del año Litúrgico del 2017.
Con mucho cariño,
Noel y Silvia
Desde La Porciúncula en
Guatemala, el país de eterna primavera!!!
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