I Enoc: Los
Evangelios Y Los Vigilantes
By Julia Blum - junio 28, 2018
LA REVERSIÓN DEL MAL
Terminamos nuestro último post con la
tesis, dibujada a grandes rasgos por la obra del Dr. Michael Heiser, de que el
judaísmo del Segundo Templo visto en Génesis 6:1-4, no solo es la historia de
la rebelión sobrenatural, sino uno de los pasajes centrales de la teología
bíblica y de la comprensión del plan de Dios en la historia: “Sí, la entrada del pecado al mundo bueno de Dios,
ocurrió en el Edén, pero el testimonio unánime del judaísmo del Segundo Templo
es que, los vigilantes fueron los culpables de la proliferación del mal en la
Tierra”.[1]
Según los escritores del Nuevo Testamento que pertenecían al judaísmo del
Segundo Templo, esta comprensión de los vigilantes como responsables de que el
mal se esparciera por la Tierra y el tema de contrarrestar los efectos del mal,
tenía que ser parte de su teología. “Consecuentemente, no debe ser ninguna
sorpresa que el pecado de los vigilantes estaba guardado en sus mentes ya que
ellos escribieron sobre lo que el Mesías, Jesús de Nazaret, debe, hizo y
revertiría en Su venida y retorno”.[2]
Los escritores del Nuevo Testamento sabían que la misión de Jesús era revocar
el pecado —y si ellos creyeron que el mal entró y se expandió por los
vigilantes, entonces Jesús tenía que contrarrestar lo que los vigilantes
hicieron—.
Intentemos ver los trazos de esta
teología del Segundo Templo en los evangelios. Descubriremos las referencias de
los vigilantes y su pecado, y el mal que ellos trajeron, y se sorprenderán al
ver que estas referencias, una vez descubiertas, esparcen luz en algunas
escrituras confusas—de repente, cuestiones que ustedes han intentado resolver
durante mucho tiempo, encontrarán respuestas claras—.
CUATRO MUJERES
Y aquí está la primer pregunta —la que
probablemente ha sido hecha muchas veces por un número sin fin de personas
desde que el Evangelio de Mateo fuera escrito—: ¿Por qué las cuatro mujeres son
nombradas por Mateo, en la genealogía de Jesús, Tamar, Rahab, Rut y Betsabé?
Existen cuatro matriarcas bíblicas tradicionales en Israel: Sara, Rebeca,
Raquel y Lea (incluso cantamos una canción sobre arba imahot– cuatro
madres); si Mateo decidió incluir mujeres, e incluir a cuatro de ellas, ¿no
sería más lógico tener a estas cuatro madres en la genealogía del Mesías judío?
¿Por qué no se mencionan las matriarcas en absoluto, mientras que estas cuatro
mujeres son explícitamente nombradas en el linaje de Jesús?
Demos una rápida ojeada a estas
mujeres.
Tamar – La historia de Tamar se encuentra en Génesis 38.
Probablemente es cananea (aunque el texto no lo dice explícitamente); es viuda,
después de una doble tragedia que pasó (la muerte de sus dos maridos), parece
ser que ella permanecería sin hijos, sin embargo, se disfraza como prostituta y
engaña a Judá su suegro, para de este modo tener un hijo de él. “Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su
rostro”.[3]
De esta unión, nace Perez y de él descenderán David y Jesús. Suficientemente
interesante, no encontramos ninguna condenación respecto a Tamar en la Torá,
aunque está claro que su desesperada acción no fue una acción normal, regular,
ni ejemplar.
Rahab – Encontramos la historia de Rahab en el libro de
Josué, en los capítulos 2 y 6. A diferencia de Tamar, que se disfrazó de
prostituta, Rahab realmente fue una prostituta. Ella vivía en Jericó y
ciertamente era gentil. El libro de Josué nos dice que “Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su
padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta
hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a
Jericó”.[4]
Rut – (del libro de Rut) – Así como Rahab, Rut es
claramente gentil, una moabita. Su pasado en sí es de interés: para Israel, las
mujeres moabitas eran asociadas con seducción e idolatría. Esta asociación
viene del conocido episodio en el desierto, en Números 25 cuando los israelitas
se vieron involucrados con las mujeres de Moab y las siguieron en idolatría.
Sin embargo, más allá de sus raíces, Rut hace algo que, como en el caso de
Tamar, habría sido una sensación “incorrecta” para los antiguos lectores
judíos. En el capítulo 3 “Descendió, pues, a la era… Y
cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a
dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió
los pies y se acostó”.[5] La
palabra hebrea traducida como “pies” (regel) es un conocido eufemismo para
genitales en la Biblia hebrea… Al descubrir los “pies” de Booz (genitales) Rut
está en efecto, ofreciéndose a Booz como esposa. Dado el entorno patriarcal de
la cultura israelita, esto era una transgresión de la forma en que las cosas se
hacían normalmente…”[6]
Betsabé – Todos conocemos la historia del adulterio de
David con Betsabé y el asesinato de su marido, Urías el heteo (2 Samuel 11:1-27)
– y claramente, como en las historias previas, una transgresión sexual también
es evidente aquí.
Así pues, podemos ver que las cuatro
mujeres en Mateo 1, de algún modo tienen conexión con relaciones sexuales
ilícitas. La académica del Nuevo Testamento Amy Richter cree que lo que ella
llama “Enochic Watchers Template” es esencial para entender a las mujeres en la
genealogía de Jesús: Según el “Enochic Watchers Template”, el mal entró al
mundo cuando los vigilantes transgredieron sus limitaciones celestiales para
comprometerse en contactos ilícitos sexuales con mujeres y enseñarles artes
ilícitas… Las consecuencias de la transgresión de los vigilantes son violencia,
injusticia, maldad, idolatría y enfermedades”.[7]
Ella cree que las cuatro mujeres de la Biblia hebrea mencionadas por Mateo en
la genealogía de Jesús, están conectadas con el “Enochic Watchers Template”—y
por eso ellas presagian la reversión de la transgresión de los vigilantes que
el Mesías traería—.
Ahora podemos responder la pregunta de
por qué fueron mencionadas estas cuatro mujeres por Mateo. El pecado de los
vigilantes era de naturaleza sexual, y las consecuencias de la caída de los
vigilantes son evidentes en todas estas cuatro historias, y esta es la razón
principal para que estas mujeres sean incluidas en la genealogía del Mesías,
quien traería lo opuesto y repararía las consecuencias del pecado de los
vigilantes. Una parte esencial de la tradición judía es la creencia de que
cuando el Mesías venga, todas las cosas serán reparadas (incluso los cerdos
serán kosher)[8] —y
si recordamos la caída de los vigilantes, ya podemos ver esta creencia
reflejada en la genealogía de Mateo—.
[1][1] Heiser, Michael S. Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten
Mission of Jesus Christ (Kindle Locations 107).
[6] Heiser, Michael S..
Reversing Hermon: Enoch, the Watchers, and the Forgotten Mission of Jesus
Christ (Kindle Locations 1415-1417).
[7] Amy S. Richter, “The
Enochic Watchers’ Template and the Gospel of Matthew,” PhD dissertation,
Marquette University, 2010.
[8] “¿Por qué el cerdo [en hebreo] se llama chazir? Porque en el
futuro, Dios regresará [leha-chazir] a Israel”.
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