Queridos hermanos,
Estamos un poco atrasados en muchos aspectos de nuestro
compromiso con la Iglesia… Yo diría que aun asi, estamos a tiempo para
contrarrestar los pasos gigantes que han dado los que no descansan atacando la
familia, la Iglesia, y todo el legado de cultura cristiana que la Iglesia ha
protegido por siglos. Lo están haciendo desaparecer poco a poco… Pero la fuerza
del Espíritu Santo y el Amor del Padre para con sus creaturas no se ha apartado
de nuestro lado. Me inspira a reflexionar sobre el artículo 11 de la encíclica Ecclesiam
Suam del Papa Pablo VI:
LA CIENCIA SOBRE EL CUERPO MÍSTICO
“11. Para corresponder a esta invitación, que consideramos todavía operante en nuestros espíritus, y de tal modo que expresa una de las necesidades fundamentales de la vida de la Iglesia en nuestro tiempo, la proponemos también aun hoy, a fin de que, ilustrados cada vez mejor con el conocimiento del mismo Cuerpo Místico, sepamos apreciar sus divinos significados, fortaleciendo así nuestro espíritu con incomparables alientos y procurando prepararnos cada vez mejor para corresponder a los deberes de nuestra misión y a las necesidades de la humanidad.
Y no nos parece tarea difícil cuando, por una parte vemos, como decíamos, una inmensa floración de estudios que tienen por objeto la santa Iglesia, y, por otra, sabemos que sobre ella principalmente ha fijado su mirada el Concilio Ecuménico Vaticano II. Deseamos tributar un vivo elogio a los hombres de estudio que, particularmente en estos últimos años, han dedicado al estudio eclesiológico con perfecta docilidad al magisterio católico y con genial aptitud de investigación y de expresión, fatigosos, largos y fructuosos trabajos, y que así en las escuelas teológicas como en la discusión científica y literaria, así en la apología y divulgación doctrinal como también en la asistencia espiritual a las almas de los fieles y en la conversación con los hermanos separados han ofrecido múltiples aclaraciones sobre la doctrina de la Iglesia, algunas de las cuales son de alto valor y de gran utilidad.
Por ello confiamos que la labor del Concilio será asistida con la luz del Espíritu Santo y será continuada y llevada a feliz término con tal docilidad a sus divinas inspiraciones, con tal tesón en la investigación más profunda e integral del pensamiento originario de Cristo y de sus necesarias y legítimas evoluciones en el correr de los tiempos, con tal solicitud por hacer de la verdad divina argumento para unir —no ya para dividir— los ánimos en estériles discusiones o dolorosas escisiones, sino para conducirlos a una mayor claridad y concordia, de donde resulte gloria de Dios, gozo en la Iglesia y edificación para el mundo.” ECCLESIAM SUAM
LECTIO DIVINA – SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD - DIOS
ES UNA FAMILIA
LA PALABRA HOY: Deuteronomio 4,32-34.39-40; Salmo 32;
Romanos 8,1417; Mateo 28,16-20 Ambientación: Un corazón grande de cartulina
sobre el que se encenderán tres cirios con las palabras: Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Cantos sugeridos: En nombre del Padre, Un solo Señor
AMBIENTACIÓN:
La fiesta de la Santísima Trinidad nos invita a sumergirnos
en el misterio de Dios, misterio que sería incomprensible si él mismo no nos lo
hubiera dado a conocer. Queremos descubrir a Dios como el Padre que a nadie
olvida, a nadie abandona, siempre nos protege. A Jesús como el gran regalo de
Dios a la humanidad. Y, al Espíritu Santo que nos está invitando a vivir como
Jesús, pasando por la vida haciendo el bien y luchando contra el mal. 1.
Oración inicial
Creo
en Ti Dios Padre, creo en Ti Dios Hijo, creo en Ti Dios Espíritu Santo, pero
aumenten mi fe. Espero
en Ti Dios Padre, espero en Ti Dios Hijo, espero en Ti Dios Espíritu Santo,
pero aumenten mi esperanza. Te
amo Dios Padre, te amo Dios Hijo, mi Señor Jesucristo Dios y hombre
verdadero, te amo Dios Espíritu Santo, pero aumenten mi amor. Padre omnipotente,
ayuda mi fragilidad y sácame del abismo de mi miseria. Sabiduría del Hijo, endereza todos mis
pensamientos, palabras y obras de este día. Amor del Espíritu Santo, sé el principio de todas mis
obras, para que sean siempre conformes con la Voluntad del Padre. A Ti,
Trinidad Santísima se te dé siempre, todo honor, gloria y alabanza por toda la
eternidad. AMÉN.
Motivación: Como los discípulos de Jesús, quizás a nosotros
a veces nos sobrevengan dudas sobre qué debemos hacer, cómo debemos hacerlo,
cómo actuar… el bautismo que recibimos nos inició en un camino, que consiste en
el de continuar ese camino mirándolo todo con los ojos de Dios, de su amor, y
anunciar y compartir con el mundo la salvación que ser hijos suyos nos ha
regalado. Dejemos que su Espíritu en nosotros abra nuestros corazones para
escuchar su Palabra. Escuchemos.
Forma de leerlo: 1. Proclamar el texto en voz alta (todos de
pie). 2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la
atención (sentados). Preguntas para la lectura: ¿Dónde convoca Jesús a los
Once? ¿Cómo reaccionan los discípulos al verlo? ¿Quiénes son los
destinatarios de la misión a la que Jesús envía a los Once después de su
resurrección? ¿En qué consiste esta misión? ¿Cuál es la promesa final que
hace Jesús a los discípulos?
Motivación: Sumergidos en el misterio de la Trinidad desde
el día de nuestro bautismo, estamos llamados a ser hijos como lo fue Jesús, y
movidos por su Espíritu, atrevernos a ver en Dios a un Padre. Sólo así podremos
construir un mundo de hermanos, donde nuestras relaciones estén fundadas en el
Amor.
¿Cómo reconoces a Jesús en el camino de la vida?
Otros textos bíblicos para confrontar: Dn 7,14; Mc 16,1516;
Lc 24,47; Hch 1,8
Pónganse en camino... hagan discípulos a todos los
pueblos... ¿Qué te sugieren estas palabras en este momento de tu vida? ¿A qué
te comprometen? Bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo... ¿Qué significa para ti haber sido bautizado en el nombre de la
Santísima Trinidad? Yo estoy con ustedes todos los días hasta el final...
¿Qué sentimientos provoca en ti esta promesa de Jesús?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con
sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y
situación personal.
Motivación: La oración cristiana es un acto de fe en la
Trinidad. Unidos a Jesús y movidos por la fuerza del Espíritu que ora en
nosotros, nos dirigimos al Padre con confianza.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir
en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza,
la acción de gracias o la súplica confiada. Se puede, también, recitar el
salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 32).
Motivación: San Vicente encontró en la Santísima Trinidad el
mejor modelo para la vida fraterna. A las Hijas de la Caridad les dice: En
primer lugar, entre ustedes debe haber una gran unión y, si es posible,
semejante a la de las tres personas de la santísima Trinidad; porque, ¿cómo,
mis queridas hermanas, podrían ejercer la caridad y la mansedumbre con los
pobres, si no la tuvieran con ustedes mismas? (IX, 66). Un medio para practicar
este respeto cordial, es representarme con frecuencia a las tres personas de la
santísima Trinidad, que forman una sola unidad. Ellas se tienen continuamente
entre sí este respeto amoroso (IX, 147). A los misioneros les dice: Por tanto,
en la santísima Trinidad se da la uniformidad; lo que el Padre quiere, lo
quiere el Hijo; lo que hace el Espíritu Santo, lo hacen el Padre y el Hijo;
todos obran lo mismo; no tienen más que un mismo poder y una misma operación.
Allí está el origen de nuestra perfección y el modelo de nuestra vida. (XI,548)
Compromiso: ¿Qué puedes hacer en tu vida personal y
comunitaria para reflejar en ella la imagen de la Santísima Trinidad? Oración
final
Quisiera despojar mi oración Padre, de toda palabra
preconcebida, Quisiera adormecer mis sentidos para dejarme guiar tan sólo por
Ti, y pensar que no soy nada. Quisiera que me empapes de Fe viva Jesús, para
transmitir la Fe serena, la Fe de la esperanza y la Fe de la alegría a todo el
mundo, y seguir pensando que no soy nada. Quisiera que me des, oh Espíritu
Santo, el don del amor y la caridad, para recoger al caído y brindarle Tu mano
y consuelo, y pensar aún, que no soy nada. A ti que con el Hijo y el Espíritu
Santo, eres TRINIDAD, siendo unidad y comunión, te bendecimos y te
glorificamos, porque conociéndote a ti, Tú nos vivificas con tu amor. A ti todo
honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén
Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo “B”; obras
completas de San Vicente de Paúl.; www.lectionautas.com; “Sígueme”, Ciclo B.
Lectio Divina CELAM Lectio anteriores: www.cmperu.com.pe.
Con mucho cariño a todos, y en especial a los nuevos de mi lista de envíos. Les doy la mas cordial bienvenida a esta hojita nuestra donde todos compartimos tesoros eternos!
Sus hermanos en Cristo,
Noel y Silvia
Desde "La Porciúncula" en CSP
Calzada Atanasio Tzul - Zona 12
La Bella Guatemala
Noel y Silvia
Desde "La Porciúncula" en CSP
Calzada Atanasio Tzul - Zona 12
La Bella Guatemala
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