El principio fundamental de la Torá es: "Debo imaginar a Dios
frente a mí en todo momento" (Shulján Aruj, Oraj Jaim 1:1). Aquel que
quiera cumplir con este principio debe ser cuidadoso en cumplir lo que el
Sefer Hajinuj escribe en su introducción y en los capítulos 25, 26, 417, 418,
432, 487.
"Existen 6 mitzvot que es obligación cumplirlas constantemente;
uno nunca está exento de ellas incluso por un instante, durante toda su vida.
Cada momento en el que uno piensa sobre ellas cumple una mitzvá y la
recompensa recibida es infinita".
Beur Halajá 1:1 (Ver también Jaié Adam, Klal 1, y Aruj Hashulján:
1;14)
(Cada punto está desarrollado en artículos separados.)
1. Saber que hay un Dios Cada vez que recordamos que el Todopoderoso
está con nosotros, arreglando todo para nuestro bien, cumplimos esta mitzvá.
2. No Creer en Otro Poder: Cada vez que decimos: "Gracias a
Dios", en lugar de decir: "Mira que inteligente soy",
cumplimos esta mitzvá. Regocíjate, no te enorgullezcas.
3. Saber que Dios es Uno: Cada vez que nos damos cuenta de que todo el
mundo es una ilusión, reconociendo que nuestro Creador es verdaderamente real
y que Él es todo lo que anhelamos, cumplimos esta mitzvá.
4. Amar a Dios: Cada vez que recordamos que el Creador del universo
nos ama más que nuestros padres, más que todo el amor del mundo, cumplimos
esta mitzvá.
5. Temer a Dios: Cada vez que recordamos que vale la pena dejar todos
los placeres de este mundo para obtener la recompensa de una mitzvá, con sólo
sonreír, cumplimos esta mitzvá.
6. No te Dejes Llevar por Tus Ojos y Tu Corazón: Cada vez que hacemos
lo que Dios quiere de nosotros en lugar de hacer lo que sentimos que queremos
hacer, cumplimos esta mitzvá
Mitzvá 1 Saber que Dios Existe
Un "ideal de vida" es aquel que te lleva a un estado
elevado. Por ejemplo, el objetivo de un hombre de negocios es ser rico. Hacer
transacciones en la bolsa o invertir en bienes raíces son sus medios para
alcanzar su objetivo.
Una fórmula similar se aplica al Judaísmo. El objetivo del Judaísmo es
cultivar la relación más increíble con Dios.
Las 613 mitzvot son conductos que nos enseñan sobre la realidad de la
existencia de Dios y cómo vivir con esa conciencia.
La mayoría de las 613 mitzvot de la Torá requieren que hagamos algún
tipo de acción, como dar caridad o comer matzá en Pesaj. Estos son medios
para lograr un objetivo final.
Las "Mitzvot-objetivo" son los seis mitzvot constantes. En
lugar de requerir la realización de alguna acción, estas mitzvot son una
vivencia en sí mismas - vivir con la realidad de la existencia de Dios.
Las Seis Mitzvot Constantes son:
1. Saber que existe un Dios.
2. No creer en otros dioses.
3. Creer que Dios es uno.
4. Amar a Dios.
5. Temer a Dios.
6. No guiarte erróneamente por tus ojos y tu corazón.
Cada momento de conciencia es otra oportunidad para llevar a cabo
estos ideales. Ninguna de las otras mitzvot te brinda la misma oportunidad, y
es por eso que las Seis Mitzvot Constantes son nuestra prioridad. Todas las
demás mitzvot sólo construyen y refuerzan estos ideales.
Conocimiento Intelectual de Dios
El primero de los Diez Mandamientos declara: "Yo soy el Señor, Tu
Dios, que te ha sacado de la tierra de Egipto" (Éxodo 20:2).
Esta es la mitzvá de "Saber que existe un Dios".
La lógica que se encuentra detrás de este mandamiento parece difícil
de entender. Alguien que ya observa los mandamientos de Dios obviamente cree
en Su existencia - entonces ¿para qué necesitamos un nuevo mandamiento que
nos ordene hacerlo? Y si alguien no sabe que Dios existe ¿por que habrá de
escuchar este mandamiento?
Entonces, ¿para quién es esta Mitzvá?
La respuesta es que no debemos creer en Dios "sólo con fe".
Investiga la evidencia. Obtén conocimiento. Busca. Estudia. Analiza. Es un
principio fundamental del Judaísmo: tienes que saber, no sólo creer.
Confianza Emocional
"Tienes que saber este día, y entenderlo en tu corazón, que el
Todopoderoso es Dios" (Deuteronomio 4:39, el rezo del
"Aleinu").
Pero hay más. No es suficiente sólo saber intelectualmente que existe
un D-os que está a cargo de todo. También lo debes saber en tu corazón. Este
conocimiento emocional es mucho más profundo porque afecta a la manera en la
que la persona conduce su vida. El protagonista del circo está dispuesto a
caminar en la cuerda floja porque tiene la confianza de que hay una red
debajo de él. Similarmente, un niño saltaría de una repisa a los brazos de su
padre, con la plena confianza de que su padre lo agarrará.
Todo el sentido de la vida es enderezar nuestra conciencia de Dios.
¿Cómo sabes si realmente estás consciente respecto de Dios? Por medio de la
confianza. Si estás consciente, estarás dispuesto, por decirlo así, a caminar
sobre una cuerda floja o a saltar a los brazos de tu padre.
Pasos Para Creer en Dios
Rabenu Bejaie (siglo XII) en su libro de superación personal,
"Los Deberes del Corazón" (Jovot Halevavot), describe cuatro pasos
claves para construir la fe en Dios:
El primer paso es darnos cuenta de que el Todopoderoso nos quiere con
un amor ilimitado. La cosa más cercana que tenemos para relacionarnos con
esta idea es el amor que le tiene un padre a sus hijos. El Todopoderoso es
nuestro Padre. Su amor hacia nosotros excede todo el amor de este mundo.
Tener conciencia de Dios es vivir con esta realidad.
Muy dentro nuestro sabemos que Dios nos ama. Cualquier persona en
peligro le reza a Dios. Esto es cierto, inclusive con gente que Lo ha
ignorado toda su vida. Como dice el dicho: "No hay ateo en una cueva de
lobos". Inclusive que hayas hecho todo equivocadamente, cuando necesitas
a tu Padre, ahí Él estará.
Segundo Paso: Línea Directa
El Departamento de Defensa de los Estados Unidos gasta millones de
dólares anualmente para mandar señales a estrellas distantes con la esperanza
de que exista vida allí. Puede tomar 2,000 años para que las señales lleguen
hasta allí, pero siguen esperando...
Si alguna vez recibirán una respuesta – inclusive un solo
"hola" - todo el mundo se impresionará.
¿Alguna vez tu rezo ha sido contestado? Cuatro de cinco personas
dirían "sí". El Creador de este universo se ha comunicado
privadamente contigo. No es increíble!
La mayoría de la gente cuyo rezo fue contestado ni siquiera supo en
qué dirección mandar la señal. Simplemente dijeron: "D-os, por favor
ayúdame...". Cinco billones de seres humanos, toda una galaxia de
planetas y estrellas y Dios le contestó a este individuo!
La mitzvá de creer en Dios significa vivir con la realidad de que no
estás solo. El saber que Dios existe y que atiende cada detalle, debe ser un
pensamiento constante.
Tercer Paso: Él Hace Todo
Si tu padre te da un dólar, está disminuyendo su cuenta bancaria -
inclusive que sea un multimillonario. Pero si el Todopoderoso te da un billón
de dólares, no le quitas nada. Dios tiene todo el poder. Creó el universo de
la nada. Puede hacerte un genio. Puede sanar a tu hijo. Puede hacer lo que
quiera.
Piensa en la cantidad de milagros que Dios hizo para que des tu primer
respiro. Un feto no utiliza sus pulmones; toma oxígeno de la sangre de la
madre. Cuando un niño nace, el bebé tiene que respirar por si mismo y todo el
sistema biológico cambia. Una válvula del corazón se cierra, los pulmones se
inflan y todo tiene que encajar en el lugar correcto, en el tiempo correcto.
Piensa cuánto Dios te ha dado desde que naciste, dirigiéndote en cada
paso de tu vida.
Todo lo que Dios hace por ti es un regalo. Y cualquier cosa que
quieras de Dios no es nada comparado con lo que D-os ya te ha dado. Si estás
pidiendo por un billón de dólares, no se compara con el par de ojos que te
dio gratis.
Dios mantiene el universo cada segundo, cada criatura, cada hoja. Dios
hace que tu corazón palpite. Te provee con comida. Crea el sol con calor y
luz. No hay nada que pueda detener a Dios. Tus padres, maestros y jefes son
los mensajeros. Cada cosa que tienes es enviada por Dios.
Saber esto te da la confianza de que Dios va a continuar dándote todo
lo que necesitas.
Cuarto Paso - Lo Mejor de Todo
Dios no necesita nada de ti. No necesita que comas comida casher ni
que cumplas shabat.
Dios sólo quiere dar. Todo lo que hay en el mundo es para tu bien.
Si Dios no te da lo que deseas debes preguntarte por qué. ¿Por qué
Dios no te ha dado 100 millones de dólares?
Tal vez no es para ti. Probablemente te volverías terco, arrogante,
tacaño... Tal vez intentarías contratar a otros para que hagan tus objetivos,
y te perderías de hacer el esfuerzo de intentarlo.
Dios sabe lo que es bueno para nosotros. Tener confianza en Dios
significa entender que el no darte algo es un mensaje. Está tratando de
levantarte, de que reevalúes tus objetivos.
Buenos padres hacen lo mismo con sus hijos. Si tu hijo quiere cinco
galletas; tú le das una. O lo llevas al doctor para darle una vacuna, aunque
el niño llorará y preguntará: "¿por qué me estás haciendo esto?".
Tú sabes que es para su bien.
Cuando algo "malo" te ocurra debes preguntarte: "¿Para
qué?". Entiende que Dios sabe lo que está haciendo. Nos está tratando de
levantar. Él sabe lo que es bueno para nosotros y quiere que tengamos lo
mejor de lo mejor.
Levántate Cuando las Cosas se Ponen Difíciles
La tendencia auto-destructiva del hombre (ietzer hará) lo sobrepasa
diariamente y lo amenaza de muerte. Si no fuera por la ayuda de Dios, el
hombre no podría sobrevivir (Talmud – Kidushin 30).
Cada aspecto de nuestra existencia depende de Dios. Ya sea que nos
paremos, levantemos nuestras manos, usemos nuestro cerebro, hagamos una
mitzvá o batallemos el deseo de hacer algo incorrecto, nuestra habilidad es
un regalo de Dios. No tenemos fuerzas sin Él.
Consecuentemente, cualquier meta es posible sólo si Dios nos da el
poder.
Entonces ¿cómo es que las palabras "no puedo" entraron en
nuestro léxico?
El Talmud dice que Moshé reprendió al pueblo judío: "Cuando
estuvieron en el Monte Sinai, Dios preguntó: ¿Quién me asegurará que siempre
temerán a Dios? Y ustedes deberían haber respondido: Dios Tú nos asegurarás.
Deberían haber aprovechado la oportunidad para pedir que Dios les de Temor
del Cielo".
Los judíos querían ser capaces de tomarse todo el crédito del temor a
Dios, por lo tanto no lo pidieron.
Si hubieran entendido que cada cosa que viene es el resultado de la
ayuda de D-os, entonces obviamente también le hubieran pedido a D-os, temor
del cielo.
Esto demostró una falta de apreciación y de gratitud por todo lo que
Dios había hecho con ellos hasta ese momento.
Este deseo de ignorar el papel de Dios en nuestros logros y tomar
crédito en nosotros, es lo que hace que la gente diga: "Esto puedo hacer
y esto no". Evitamos reconocer que todo es un regalo. Preferimos sentir
que hemos peleado y logrado las cosas con nuestra propia fuerza. Entonces
decimos: "No puedo" cuando preferimos no hacer el esfuerzo de hacer
algo difícil.
Si estuviéramos realmente agradecidos, si cada mañana le
agradeceríamos al Todopoderoso por nuestros ojos, nuestras manos, nuestro
cerebro, entonces también le agradeceríamos por el entendimiento, y diríamos,
"Dios, por favor dame más!" Si reconocemos que cada logro es de
Dios, entonces nos daríamos cuenta de que no hay nada que no podamos
lograr... si Dios nos da el poder.
La Responsabilidad de Cambiar el Mundo
¿Qué puede hacer la persona? Una persona puede lograr lo que sea y lo
que quiera - ya que de cualquier forma todo es un regalo de Dios! Ahora
podemos entender por qué la Torá nos obliga a cada uno de nosotros a cambiar
el mundo.
El Código de Ley Judía (O.J. 1:3) dice: "Es adecuado para todos
aquellos que temen a Dios, estar en constante dolor por la destrucción del
Sagrado Templo". Pero ¿por qué debo sentir dolor por algo que pasó hace
2,000 años?
El Talmud dice: "Cualquier generación en la que el Sagrado Templo
no se ha reconstruido se le hará responsable por su destrucción". En
otras palabras, si no tomamos responsabilidad en cambiar nosotros y cambiar
el mundo, entonces somos igual de culpables que todos aquellos cuyas acciones
causaron que el Templo se haya destruido.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Dice el Talmud (Yoma 86b):
"Si una persona hace tshuvá (se arrepiente) en forma verdadera, entonces
el mundo se merecerá el perdón".
El Pueblo Judío es una unidad. Por lo tanto, las acciones de una
persona pueden cambiar la fe del pueblo entero. Tú tienes el poder de cambiar
el mundo entero por medio de la tshuvá. Y ya que tienes el poder... también
tienes la responsabilidad.
¿Opio de las Masas?
Marx dijo que "la religión es el opio de las masas". Pero
Marx estaba hablando de la religión que dice: "No te resistas al mal,
pon la otra mejilla".
El Judaísmo, por otro lado, enseña a la gente que se levanten y tomen
la responsabilidad del mundo. Es por eso que el secularismo es el opio de las
masas pues promueve la inactividad.
Imagínate preguntándole a los conquistadores Romanos: "Los
griegos se están muriendo de hambre, ¿no es eso terrible?". Ellos
dirían: "De que hablas, es la mejor noticia que hemos escuchado! Vamos a
la guerra!".
Pregúntale a un típico estudiante universitario: "¿No es terrible
que los africanos se estén muriendo de hambre? ¿Qué harás al respecto?".
El dirá: "¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Quién soy yo? Sólo soy una
persona. No puedo hacer nada al respecto".
Sin creer en Dios, simplemente te darías por vencido.
El Judaísmo dice que puedes hacer algo al respecto. Si crees que Dios
está haciendo todo, y si ves cuánto ha hecho por ti, entonces sabrás que te
ayudará.
Todo lo que tienes que hacer es tomarte la responsabilidad y hacer un
esfuerzo. Dios se hará cargo del resto.
El Hombre Propone y Dios Dispone
¿Alguna vez has visto un edificio en construcción? Los constructores
utilizan grúas para recoger un cargamento lleno de ladrillos para que después
uno o dos hombres pongan sus manos bajo la grúa y empujen el cargamento al
lugar adecuado.
Un tonto ve a dos personas empujando el cargamento de ladrillos y cree
que son tan fuertes como Hércules. Una persona sabia entiende que la grúa es
la que lo está moviendo.
La Torá nos dice explícitamente que al final de los días, el Pueblo
Judío va a regresar a Dios. Y eso ya está pasando.
Los Judíos han regresado a Israel, un hecho increíble. Hemos sido
testigos de milagros impresionantes en Israel - ya sea la Guerra de la
Independencia, la Guerra de los Seis Días, la Guerra del Golfo. Hemos vivido
con milagros. El Todopoderoso nos está regresando a casa. La grúa se está
moviendo.
La gente a veces dice: "Me encantaría hacer aliá (viajar a
Israel), pero no tengo el dinero". ¿Cuál es la solución? Yo les digo:
pon un dólar semanal en una cuenta de banco separada. Me miran como si
estuviese loco. "¿De qué hablas, son $52 dólares al año. En 10 años,
tendré $520 dólares. De que me ayudará?". Les digo: si pones un dólar a
la semana, el Todopoderoso va a ver que eres sincero y se encargará del
resto.
Aquellos que ya han empezado a estudiar Torá o a respetar Shabat,
¿recuerdan lo difícil que fue cuando empezaron a hacerlo? Ahora recuerden el
progreso que han tenido, ¿no es cierto que estaban poniendo un dólar en el
banco? Estaban haciendo el esfuerzo y el Todopoderoso los llevó hasta su
meta.
La Cubeta y la Montaña
El Midrash dice que tanto a la persona sabia como al tonto se les
dice: "Toma la Torá y apréndetela toda". El tonto ve a la Torá y
dice: "Eso es como tratar de mover una montaña hacia el mar! Inclusive
que trabajes día y noche, no es posible que acabes algún día". Entonces,
¿qué es lo que hace? Llena la cubeta de tierra y después se va a dormir.
El sabio dice: "Si hago el esfuerzo, me pagarán. No puedo
imaginar cómo voy a mover esta montaña al mar pero si el Todopoderoso me lo
dijo, no está mal intentarlo". Entonces toma una cubeta llena de tierra
y la mete al mar; otra cubeta y la pone en el mar; otra cubeta....
"Hey, meshuguene!, ¿qué estás haciendo? Grita el tonto.
"Escucha, me están pagando", contesta el sabio. Y sigue
trabajando. Otra cubeta al mar. Hasta que se topa con una piedra. Empuja la
piedra y empieza como un corrimiento de tierras y en eso toda la montaña se
deshace y se cae en el mar.
Eso es lo que estamos haciendo. Un dólar a la semana y toda la montaña
caerá al mar.
Dios es tu Padre, Creador del universo. Te quiere dar todo. Al hacer
el esfuerzo, le estás dando la oportunidad de hacerlo. Lo estás aceptando.
Aprecia cuánto ha hecho por ti hasta ahora. Quiere hacer mucho más. Sólo
sigue poniendo las cubetas en el mar; un dólar a la semana en el banco. Los
premios te están esperando.
Dios Nos Dio la Habilidad
La Torá dice que lograr saber toda la Torá está cercano a nosotros,
muy a nuestro alcance (Deuteronomio 30:14).
Nuestro problema es que no queremos intentarlo. No hacemos el
esfuerzo.
Si escuchaste sobre la oportunidad de un negocio que te traería
millones, ¿habría un límite en tu esfuerzo para hacer el trabajo? Si te diría
que te voy a dar un millón de dólares si te memorizas una hoja del directorio
telefónico para la siguiente semana, ¿lo podrías hacer?
Date cuenta de que la recompensa, inclusive por una sola mitzvá vale
más que cualquier cosa que puedas ganarte en este mundo. Entonces, no veas al
esfuerzo como dolor; obsérvalo como una oportunidad. Tienes la habilidad de
ser grandioso, y no hay nada mejor que puedas hacer con tu energía.
El Midrash (Tana DeBe Eliahu) cuenta la historia del profeta Elishá
cuando se encontró con un pescador. ¿Estudias Torá? - Elishá preguntó.
"No" - replicó el pescador - "Soy un hombre simple. No estoy
dotado con talento o inteligencia".
"Dime" - dijo Elishá, "¿Cómo preparas tu red de
pescar?". "Bueno" - dijo el hombre - "Es muy complicado.
Primero tengo que escoger la medida adecuada de la red, después tengo que
tejer la red de una manera particular para asegurarme de que tenga el
equilibrio adecuado en fuerza y flexibilidad".
"¿Cómo haces realmente para pescar al pez?" - dijo Elishá.
"Oh" - dijo el hombre - "Eso también es muy complicado. Hay
muchos factores involucrados - incluyendo la estación del año, la hora, el
tipo de pez, la profundidad del agua, la temperatura, la velocidad de la
corriente".
"Cuando llegues al cielo" - dijo Elishá - "Vas a
testificar que no estudiaste Torá porque fuiste un hombre simple, sin ningún
talento o inteligencia. Pero ¿realmente crees que Dios te dio la cabeza para
ser un pescador y no para estudiar Torá?".
El pescador se dio cuenta de que Elishá tenía razón. Él quedó
devastado y empezó a llorar desconsoladamente.
Elishá le dijo: "No estés tan triste. Te voy a decir un secreto.
Todos usan esta excusa de una manera u otra. Todos esperamos llegar al cielo
y decir: Dios, yo quería cambiar el mundo; yo quería saber toda la Torá;
quería amar a la humanidad. Pero no me diste la suficiente inteligencia,
fuerza o personalidad. Y el Todopoderoso te va a contestar: Tus acciones
contradicen tus palabras. Cuando se trataba de algo que te importaba, ya sea
ganar dinero o construir una casa, te las ingeniabas para hacerlo. Pero
obviamente la Torá no te importaba lo suficiente".
Ese es nuestro problema. No tomamos a la Torá seriamente. La mitzvá
constante de "saber que existe un Dios" significa reconocer que
cambiar el mundo es nuestra responsabilidad. Y ya que el poder de D-os está
detrás de nosotros, no estamos absueltos de hacer el esfuerzo.
Recursos Ilimitados
"Abre tu boca y te la llenaré" (Salmos).
El Jafetz Jaim (Polonia, siglo XX) dice: Si irás a pedir dinero, la
cantidad de dinero que pidas dependerá del estatus del otro. Si le estás
hablando a un vendedor de periódicos no le pedirás $500; el señor está
intentando salir adelante. Pero si le pides un centavo lo vas a insultar.
Entonces le pides $50. Discutirá un poco, pero si te da $20 estará bien.
Si le pides a un hombre de negocios exitoso $5 dólares, lo estarás
insultando. Pídele un millón de dólares y te dirá que estás loco. Entonces le
pedirás $5,000 dólares, discutirás un poco y saldrás con $500 dólares.
Ahora llegas a lo de un billonario. (Si te da una cita!) Si le pides
$500, estás perdiendo su tiempo. Si le pides $5 millones, le discutes y
demás, te dará $500,000.
Cuando te acercas a Dios, no lo insultes. Es tu padre; te quiere. Es
el Creador del universo. ¿Qué es un billón de dólares? Dice Dios: "Abre
tu boca y te la llenaré".
Si prestas atención a los rezos judíos, te darás cuenta de que le
pedimos a Dios por todo - comida, vivienda, salud, familia, sabiduría, Torá,
Israel, paz, espiritualidad y mitzvot. Así es como un judío reza. Dios te
quiere dar todo.
Todo es Para Bien
Si realmente entiendes que el Todopoderoso te quiere y tiene todo el
poder, entonces cuando algo no está saliendo como quieres, debes buscar saber
por qué. Ya que todo lo que hace Dios es por nuestro bien, nunca se enoja,
nunca te castiga, nunca se venga. Todo es por nuestro beneficio. Muchas veces
no nos damos cuenta hasta un tiempo después...
El Talmud cuenta la historia de Rabí Akivá, que era un alumno de Rav
Najum Ish Gamzu - y se lo llamaba Gamzu porque siempre decía "gam zu
letová" que significa "esto también es para bien". Rabí Akivá
estaba viajando una vez hacia un pueblo distante. Llevaba con él un gallo
para que lo despierte, un burro para transportarse y una vela para alumbrar.
Cuando la noche empezaba a caer, llegó a una aldea y todas las posadas
estaban llenas. No teniendo donde dormir se fue al bosque a acampar. Mientras
estudiaba Torá, un viento apagó su vela, dejándolo en la oscuridad. Un rato
después vino un león y mató a su burro, y un gato se comió a su gallo.
Ahí estaba Rabí Akivá, solo en el bosque... y acababa de perderlo todo!
Pero dijo: "esto debe ser para bien".
Rabí Akivá se levantó en la mañana y continuó su travesía a pie. Pasó
a través de la aldea y vio que una banda de malhechores había llegado en la
noche y quemó toda la ciudad, matando a la gente y tomando sus posesiones.
"Ahora veo cómo Dios me protegió. Si hubiera tenido un cuarto en
la posada me hubieran llevado a mí también. Si mi burro o mi gallo hubieran
hecho ruido los bandidos me hubieran encontrado, y si mi vela no se hubiera
apagado me hubieran visto. Todo lo que hace Dios es para bien".
Dios creó este mundo y nos dio la Torá. Es un regalo bellísimo. Debes
estar agradecido por ello. Y si haces el esfuerzo para obtener lo
"imposible" - Dios seguro te ayudará.
por Rav Noaj Weinberg zt"l
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