Queridos hermanos,
Hoy nuevamente, con mucho agrado comparto este bello comentario de José
Vico Peinado, cmf. Para más sobre el evangelio de San Juan, quiero también recomendarles
El Evangelio Judío de San Juan, del Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg – Estoy seguro
que van a quedar fascinados con ese libro que narra explícitamente la razón por
la que ya hoy en día ese evangelio se sabe que fue escrito para los judíos… no
les digo más para que se animen a ir a Amazon y comprar el libro [cuando yo compre mi versión en español,
costaba como US$6.00].
Los dejo con el comentario de hoy… [nro – introducción]
Con mucho cariño,
Noel y Silvia
Desde Altos de Ticomo –
Carretera Sur,
Managua, Nicaragua –
Tierra de Rubén Darío
Comentario al Evangelio de hoy jueves, 11 de mayo de 2017
José Vico Peinado, cmf
Queridos amigos:
Juan es el único evangelista que no narra
explícitamente lo que normalmente se llama “institución de la eucaristía”. En
su lugar, y en el marco de la última cena, trae a colación el lavatorio de los
pies de los discípulos. ¿No será que aquí hay una faceta de la eucaristía
que Juan recalca de manera especial? Habrá que preguntarle a los
especialistas en temas bíblicos. De todos modos, como quiera que sea, en este
día la Iglesia nos propone profundizar en una parte del texto, que viene
proclamado en la eucaristía. El texto completo se proclamó el día de Jueves
Santo -día del amor fraterno- en la liturgia de la Cena del Señor.
El Señor nos ha elegido para ser enviados.
¿Enviados a qué y cómo? Ciertamente hemos sido elegidos para ser testigos del
Resucitado. Para proclamar a los cuatro vientos que el Crucificado es el
Resucitado y, por tanto, que el dolor y la muerte no tienen la última palabra
de la historia. Que la tragedia no es el destino de la humanidad, en su
conjunto, ni de cada uno de los hombres, en particular. Que se puede y es
necesario bajar de la cruz a quienes penden de ella, sean individuos o pueblos
enteros. ¡Toda una tarea!
Pero una tarea de amor servicial y desinteresado.
De amor gratuito, reflejo del amor del Padre, tal y como se ha hecho presente
en Jesús por el Espíritu. Quienes han sido elegidos considerarán como una
tentación, de la que hay que huir con todas las fuerzas, la búsqueda de los
primeros puestos de honor o de poder. Huirán de las escaladas tanto como de las
estrategias políticas perversas para subir maquiavélicamente hasta las
cúspides. Su forma de vivir tendrá mucho que ver con el abajamiento y muy poco
que ver con la soberbia y la pprepotencia. Tendrá todo que ver con el servicio
a los últimos y más excluídos, a quienes levantará de la basura para
convertirlos en príncipes de su pueblo.
Dice Jesús: “el que recibe a mi enviado, me recibe
a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado”. ¿Sería mucho pedir
que el elegido para ser enviado acogiera el testimonio de Jesús y se
configurase con él para no hacer de su elección una traición?
Vuestro
hermano
José Vico Peinado cmf
José Vico Peinado cmf
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